Capítulo 11: Regionales

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El aire se le estaba yendo, no podía ver nada más que eso. Estaba perdida. Sintió como su cuerpo se inmovilizaba, como perdía consciencia de absolutamente todo. Sentía el agua moviéndose, y hasta tal vez su cuerpo, pero ella no estaba haciendo ningún movimiento. Había parado de poder controlarse, y de pronto, todo se volvió negro.

- ¡Vamos, Mel! Debes salir del baño en algún momento, llegarás tarde a la competencia –Decía Tom del otro lado de la puerta-

Mel estaba en el baño sentada sobre el retrete, atormentada por las probabilidades de la competencia, por perder, por su madre, por su padre, por su hermano, por todo. Se preguntaba que podría ser peor, y definitivamente el primer pensamiento que le venía a la mente era perder las regionales. No podía permitirse perder un año más, no otro, no de nuevo. No quería decepcionar a nadie, y menos a ella misma.

La situación no era digna de preocuparse por una estúpida competencia, pero para ella era más que eso, sobre todo cuando se trataba de las palabras que dijo su padre en la competencia del pasado año.

"No te preocupes, el año siguiente yo mismo con mis propios ojos te veré en el puesto número 1."

-Ya salgó –Exclamó desde dentro del baño, aunque en realidad, seguía sentada allí, sin mover ni un dedo-

-Mel, por favor, no puedes llegar tarde. Date una chance de ganar, si no vas, solo tendrás una mala sensación en el estómago diciéndote "pudiste haber ganado" –Dijo Jas del otro lado-

La hizo dar cuenta de que era verdad, de que Jasmine tenía razón. Necesitaba darse al menos una oportunidad.

Salió del baño de golpe, intentando convencerse a sí misma de que podría lograrlo. Debía lograrlo. No por ella, si no por su familia. Por su padre deseando verla feliz en esa competencia.

- ¡Sí! ¡Dios nos ha bendecido! Ah, esperen, no creo en Dios –Dijo Tom y ambas chicas rieron-

- ¿Qué se supone que nos bendijo entonces? –Dijo Mel divertida mientras Jasmine la miraba sonrientemente-

-El ángel gay, obvio –Dijo Tom y ambas rieron nuevamente-. Ahora, toma tu bolso, el chico molesto de pelo con rizos te está esperando afuera.

- ¿Jed me llevará? –Dijo Mel extrañada-

Hace una semana logró estar distanciada de Jed de una manera increíble. Agradeció que ninguna de sus pesadillas apareciera mientras dormía ya que si no todo ese esfuerzo de separación se iría por la borda. Aún no sabía por qué Jed hacía eso. Por qué la cuidaba.

En el transcurso de esa semana lo único que intercambiaban era "buenos días" "termino el entrenamiento" "adiós". Era un tanto triste, pero detestaba que sea tan cambiante. No entendía por qué no podían ser amigos normalmente.

Ahora luego de después de una semana evitándola, siendo cortante, fulminándola con la mirada a ella y a Nate, haciéndose insoportable con Tom y millones de cosas odiosas que hizo, se ofrece a llevarla.

"Tal vez sea uno de esos planes de Jasmine de querer que todo el mundo sea unido" Pensó Mel, y solo pestañeó repetidamente varias veces para salir de sus pensamientos y tomar el bolso luego del "Sí" no tan sonriente de Jasmine.

-Te deseamos muchísima suerte –Dijo Tom-. Y te lo digo ahora porque luego no podré verte, y sé que ganarás pase lo que pase, eres la mejor, ¡Te amo! –Dijo Tom rápido y Jasmine reía-

-Creo que eres un poco exagerado y empalagoso –Dijo Jas riendo-. De veras, te irá fantástico Mel. Ahora ve antes de que se te haga tarde.

Mel salió de la habitación sonriendo llevando su bolso.

AtrapadosWhere stories live. Discover now