Duele el rechazo

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La pareja de adolescentes se encontraba tumbada en la cama, en silencio y compartiendo un momento relajante. Will estaba boca abajo, con la cara pegada a el colchón, mientras que Kelsy lo abrazaba y acariciaba su espalda desnuda.

-¿Will, estás despierto?

La chica lo miraba con cariño, y notaba su respiración subir y bajar mientras seguía acariciándolo. 

-No -susurró

Kelsy escuchó su risa y sonrió. 

Sin pensarlo, dijo lo que desde hacia tiempo le pasaba por la cabeza. 

-Will, ven a California conmigo

Sabía que era algo precipitado, ya que se conocían desde hacia unos cuantos meses, pero aquel chico tan problemático había conseguido enamorarla como nunca nadie lo había echo. 

-¿Qué? -escuchó su voz cansada

Estaba sorprendido, pero no se giró.

-Quiero que vengas a California conmigo -volvió a repetir, algo esperanzada

Ésta vez se apoyó los codos en la cama y la miró. 

-¿Estás segura?

Su pelo rubio caía por su frente, y sus labios estaban entreabiertos. 

-Claro -dijo obvia

-Ya, ¿Y porqué? -los ojos azules del chico parecían querer averiguar lo que los de ella sentían.  

Ella sonrió y se encogió de hombros. 

-Ni idea, solo lo sé -dijo- lo sé porque lo siento

Will se levantó de la cama algo nervioso, sin saber que debería de hacer. 

-Se trata de algo muy serio, no se puede... -comenzó negando con la cabeza bloqueado- y si vamos a California, y de repente descubres algo de mi que no te gusta, y te enamoras de otro chico, entonces desearías no habérmelo propuesto pero ya es tarde y no puedes echarte atrás...

Ella sonreía intentando calmar el ambiente, ya que Will se veía algo nervioso. 

-Yo no quiero que lo dejemos -dijo ella- solo quiero que vengas conmigo

Él agachó la cabeza, y suspiró

-Bueno, yo no puedo ir a California, así que...

-¿Porqué?

-En primer lugar, porque tengo trabajo aquí -dijo tartamudeando- y en segundo porque vivo aquí

Kelsy negó y apartó la mirada de él unos segundos, decepcionada. 

-Mira, si no me quieres es mejor que me lo digas...

-No he dicho eso -la cortó- no digo que no te quiera

Ella elevó las cejas y lo miró algo triste. 

-¿De que tienes tanto miedo?

Él rió irónicamente. 

-¿De qué tengo miedo?

-Pues... -suspiró ella- ¿De qué no tienes miedo? Vives en tu pequeño mundo, y cuando tienes que hacer algo distinto te asustas... 

Will se levantó algo alterado.

-No, no, no -elevó la voz- no me hables de mi mundo, no tienes ni idea. Solo quieres tener una aventura con un tío del barrio pobre, pero luego te casarás con un capullo rico al que tus padres acepten, después te rodearás de niñas como él y les contarás que te follaste a un muerto de hambre

-¿Porqué dices eso? -dijo Kelsy poniéndose en pie, acercándose a él -estás asustado, pero yo también. Joder, ¡Debemos intentarlo! Al menos soy honesta contigo. 

Él negó cabreado. 

-¿Qué pasa que yo no soy honesto?

Will cogió su camiseta de el suelo, pero ella se la arrebató y negó con la cabeza.

-No, no puedes irte -dijo molesta -no dejaré que te marches

-¿Quieres saber que no tengo hermanos? -gritó el adolescente, sin escucharla -¿Qué soy un jodido huérfano?

Kelsy abrió la boca sorprendida. No tenía ni idea de aquello, y se maldijo por las veces que le insistió en que le contara sobre su vida, cuando él siempre intentaba evadir el tema. 

-No tenía ni idea -dijo Kelsy -lo siento, lo siento

Lo escuchaba gritar cosas. Cosas que no entendía. Sabía que le estaba diciendo recuerdos duros de su infancia, pero no podía escucharlo, ya que ella solo se dedicaba a pedirle perdón. 

-¡Qué quieres escuchar! -gritó- ¿Qué de pequeño me apagaban cigarrillos en el cuerpo? -siguió Will

-Cariño, no lo sabía -sollozó Kelsy- Solo quiero ayudarte...

Él estaba histérico. 

Habían pasado de estar tranquilamente en la cama, a estar uno en frente del otro, llorando y gritando entre ellos. 

-¿Ayudarme? ¿Llevo un cartel pegado en la espalda que pida ayuda? ¿Crees que la necesito?

Will estaba rojo de la rabia, y sus ojos estaban a punto de soltar las lagrimas que seguía conteniendo. 

-No, dios -Kelsy cogió su cara delicadamente y se acercó a él- solo quiero estar contigo

Él explotó y cogió sus brazos mientras la empujaba hacia atrás, hasta que chocó con la pared. 

-¡No me jodas! -gritó en su cara- ¡No me jodas! ¿Me oyes? 

Dio puñetazos a la pared, y la miró intentando controlar la respiración. 

-Te quiero -sollozó Kelsy

Se acercó a él de nuevo e intentó abrazarlo, pero Will apartaba sus manos cada vez que lo hacia. Negaba con la cabeza y decía que no repetidamente. 

-Por favor, dime que no me quieres -dijo ella, llorando- porque si lo dices, no volveré a llamarte y saldré de tu vida...

Puso su mano en su mejilla y lo miró, esperando que hablara. Le dio un beso en la frente, pero él alzó la vista y la miró fríamente. 

-No te quiero -dijo, para después coger su camiseta y salir por la puerta de un portazo

Cuando se quedó sola, comenzó a llorar, y el llanto reemplazó a los gritos y disculpas que se escuchaban antes. 







Relatos llenos de dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora