CAPÍTULO I ...En el palacio...

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La negrura de la noche es testigo de la llegada de el Daiyokai al palacio del oeste, la luz resplandeciente de la luna y de las brillantes estrellas es rápidamente opacada  por el sin fin de grises nubes que llegan desde el horizonte cubriendo enseguida  todo el cielo nocturno, una diminuta fría gota cristalina de lluvia, cae directo  sobre la piel desnuda del rostro de la niñita, la cual aún yace inconsciente  en brazos del yokai plateado, dejándose venir consigo una suave e indetenible llovizna, como un delicado velo de rocío que todo lo cubre, sesshomaru avanza a la entrada del palacio a paso elegante cubriendo a la pequeña con la manga de su kimono, resguardandola de la brisa de la lluvia, mientras el sé empapa con el rocío de las frías gotas cristalinas de la llovizna, las cuales caen en su blanca y suave piel,  en su largo  cabello plateado, su armadura y su hakama, borrando las huellas del crimen que ha cometido, quitándole el abundante color carmesí que lo cubre,  limpiando por completo las marcas de aquel acto sanguinario, dejando tras su paso un  rastro de sangre, siendo poco a poco disipado  por las gotas de lluvia.

Estando en la entrada del palacio es recibido por su fiel sirviente jaken, que al ver el camino de sangre que dejó tras su paso el Daiyokai se alarma, abriendo completamente sus ojos, cayendo una gota de sudor frío de su frente preguntándose qué es lo que había pasado con un gran temor en su corazón. - ay mi amo sesshomaru está  derramando mucha sangre, ha de estar muy mal herido, creo que esta vez su oponente logró hacerle mucho daño, hasta cuando seguirá luchando él en la búsqueda del poder absoluto-  hablaba para sus adentros, pero aún fue mayor la sorpresa para el pequeño youkai verde cuando ve que sesshomaru baja la  manga de su kimono y descubre el cuerpo inconsciente de rin, haciendo abrir sus ojos a más no poder, quedando boquiabierto.

-¡¡ amo bonito esta niña es la pequeña rin!! , ¡¡¿qué fue lo que ocurrió?!! - con voz entrecortada le habló a su amo, pero él no emitió respuesta alguna ignorándolo por completo, sólo siguió su camino a sus aposentos, de momento detiene su paso, y por de reojo voltea verlo.

-jaken ve a buscar a Sáhara dile que venga al palacio, ¡¡¡ inmediatamente !!!- esto último lo dijo con mucha firmeza y severidad, jaken al ver la seriedad en su voz, salió corriendo rápidamente  bajo la brisa de la  llovizna en busca de aquella misteriosa yokai.

El yokai plateado sigue su camino hacia sus aposentos, a su paso se cruza con algunos sirvientes, que con tan solo con ver su intimidante y fría mirada, rápidamente se apartan de su camino por el miedo que su presencia infunde, al llegar su lugar de descanso, abre la puerta y toda la habitación está en penumbras, solo se logran distinguir los brillantes ojos ambarinos del Daiyokai, se acerca  hasta su lugar de reposo, y pone a la pequeña rin sobre la cama, la oscuridad de su habitación no deja ver con claridad el rostro de rin, afuera en los jardines poco a poco se nota como la llovizna  disminuye  y las nubes grises que oprimían el manto nocturno empiezan a difuminarse, devolviéndole la libertad al bello cielo , siendo libres   la luna y estrellas de iluminar  de nuevo con su resplandeciente luz, en la habitación del yokai plateado, la penumbra se dispersa gracias a la luz de la luna, dejándose ver con más claridad sus aposentos, rin aún está desvanecida en la cama, ahora sesshomaru puede ver más claramente las heridas en el rostro de la pequeña, también logra ver lo casi destrozado que quedó su kimono al tratar de defenderse de esos hombres, la sangre del Daiyokai le hierve furia  de solo recordar cómo encontró a rin tirada en el  frío suelo del bosque, lastimada salvajemente por aquellos que se atrevieron a tocarla, sus puños se cierran con gran fuerza y de él emana cierta aura oscura, la energía demoniaca que él libera en ese momento hace tambalear todo el la habitación, en su mente un pensamiento lo atormenta, -si hubiera llegado tan solo un poco tarde, rin estaría....- , trata de tranquilizarse, controlando el ritmo de su corazón, poniendo en orden sus pensamientos, acerca sigilosamente su mano al  rostro de rin cuidando de no lastimarla con sus afiladas garras, acariciando delicadamente su mejilla, solo un por un instante su mirada cambia, no es la misma, aquella fría y seria, sin emoción alguna , sus ojos se han tornado más cálidos, compasivos, solo por un instante acerca su frente a la de rin y como murmullo suave sale su voz - descuida rin ya estás a salvo, a mi lado no volverás a sufrir por nadie mas, te lo prometo-  palabras que jamás en sus más de mil años de vida habrian  salido de su boca, promesa que jamás le hubiera hecho a alguien, pero esta niña es muy especial para él, la presencia de de rin despierta  en él cierto sentimiento oculto en lo mas profundo y oscuro de su corazón. 

FRÍO Y DESPIADADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora