" CAPÍTULO 35 "

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El día amaneció despejado y alegre, y Beauty relincho contenta cuando, después del almuerzo, Naruto fue en su busca para cabalgar carretera abajo.

Los camioneros habían telefoneado la tarde antes de lo esperado.

Desde lejos vio dos remolques, que pronto casi desaparecieron en una nube de polvo cuando el ganado se introdujo, engañado, en el angosto pasillo que desembocaba en la rampa y lo obligaba a entrar al camión.

Los largos y polvorientos viajes en carromato, que tan románticos resultaban en las novelas, habían pasado a la historia.

Los grandes vehículos con remolque iban al rancho en busca de los animales, eran cargados con extraordinaria rapidez y trasladaban el ganado a las granjas de engorde, o bien directamente al matadero.

Sasuke supervisaba la operación.

El negocio era importante, y debía controlar los detalles.

Los mugidos de las nerviosas reses eran arrastrados por las brisas, y Naruto sintió momentáneamente pena por ellas.

Sin embargo, la mujer o doncel de un ranchero no debía permitirse tales debilidades.

Naruto se reprendió a sí mismo. Y el corazón le dió un vuelco.

“ El doncel de un ranchero... ”

La última noche había estado peligrosamente cerca de sentirse como tal.

Su rostro se arreboló.

Pero eso no volvería a suceder.

¡ Nunca se contentaría con ser, simplemente, “ uno de los donceles de Sasuke ”.

O bien se convertiría en su esposo, o...

O nada.

Su expresión era de gran energía cuando eligió el camino que discurría junto a la carretera.

Las granjas pertenecientes a “Doble U”, aparecieron delante de el, bañadas por el sol.

Los restos de heno eran atados en forma de haces por enormes máquinas que los dejaban luego en hileras perfectamente ordenadas.

Naruto se preguntó si Sasuke tendría que comprar heno aquel año.

Le había explicado que en la finca solía crecer en cantidad suficiente, salvo que el invierno fuese anormalmente largo y duro, con el suelo siempre cubierto por una sábana de nieve.

¡ Otra vez, Sasuke ,!.

Era preciso que apartarse de una ves de su mente al hombre y su rancho.

Un ruido de agua delato que, a poca distancia, corría un arroyo.

¡ Debería de tratarse del que procedía de aquel tesoro de lago !.

Naruto pensó en el lago, de Kusanagi, y en la cascada de Fugaku.

Por doquier palpitaba el recuerdo de aquellos hombres altos y musculosos que habían luchado y conquistado unas tierras...

Un súbito impulso lo hizo ver el tajo que serpenteaba junto al riachuelo.

¿ También llevaría el nombre de Kusanagi ?.

No se había acordado de preguntarlo.

¡ Que maravilloso era poseer todo aquello, y que incluso una montaña  estuviera de por medio !.

Pero, Naruto se daba cuenta, asimismo, de la responsabilidad que ello representaba. Y tal responsabilidad pesaba más sobre los hombros de Sasuke que sobre los de su hermano.

❇ AL OESTE DE LA LUNA ❇ [⭐NARUTO⭐]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora