Sweet Dream V

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La escuela, un lugar bastante odioso en verdad pero, ¿Qué seríamos nosotros sin ella?

Algunas personas dicen que lo que aprendes en ella, lo aprendes viajando al rededor del mundo, otros dicen que sin ella no seríamos más que individuos sin cerebro. Pero a Mei, no le importaba lo que dijeran o pensaran los demás, ella solo estudiaba porque fueron sus principios. Antes de conocer el amor fraternal, Mei ya había aprendido a leer, antes de conocer la sociabilidad, Mei sabía dividir; a sus 8 años Mei sabía más que cualquier otra persona de su edad, pero no conocía lo que eran los sentimientos, claro que de eso se encargó la rubia tiempo después.

-" Faltó ayer, Presidenta ."- dijo Himeko con una pequeña sonrisa triste -" sabe que eso significa más trabajo, ¿no?"

Los ojos de Mei viajaron del libro que leía hasta las hojas infinitas sobre el escritorio, un suspiro pesado salió de sus labios.

Hace un par de minutos, habían terminado de revisar a las alumnas en la salida de la academia, asegurándose que todas se fueran a casa. Pero para la presidenta del consejo estudiantil, le esperaba un lindo, pero fastidioso papeleo antes de retirarse.

-" Ya es mi tiempo de salida, me gustaría ayudarla, pero..."- se excusó Himeko, aunque siendo detenida por Mei quien mostró la palma de su mano en señal de que se detuviera.

-" Esta bien, puede retirarse Momokino-San ."- dijo fríamente, mientras que tomaba un bolígrafo y se colocaba sus lentes de lectura, para evitar que sus ojos se cansasen rápido al leer el horrible papeleo frente a ella.

Frotó sus ojos y miró hacia el techo, había acabado por fin. Fue a la salida cerrando todo adecuadamente, notando que ya era de noche revisó la hora en su reloj de muñeca.

Sus ojos viajaron del reloj a los bordes de su abrigo verde, bajo un poco la manga de este y vio la primera cicatriz, suspiró con pesadez y salió rápido de la academia.

-" llegando a las 11:37pm a casa, Aihara ."- dijo una Yuzu parada en el portón de la casa de Mei -" ¿Es acaso eso normal?"- dijo con diversión en su voz.

Mei solo la miró, abrió la puerta y se adentró en la casa, sabiendo que la rubia la seguía.

-" No pensé que llegarías tan tarde de la escuela ."- dijo Yuzu tumbándose en la cama ordenada de Mei -" Al parecer hoy ha venido la limpieza a tu habitación ."- dijo con gracia.

Y si, la habitación de Mei hoy se encontraba limpia, seguro era la joven de limpieza que venia todos los martes y jueves.

-" ¿Quieres dormir hoy conmigo?"- preguntó Mei después de un largo tiempo observando a la rubia.

-" obvio, por algo estoy aquí ."- respondió Yuzu poniendo sus ojos en blanco.

-" Me refería en la misma cama ."- murmuró Mei con un ardor en sus mejillas, poco habitual de ella.

Yuzu abrió sus ojos y sintió que el aire le faltaba -" claro, no hay problema ."- dijo con una sonrisa y sus mejillas rojas.

Para Mei, Yuzu era la cosa más hermosa en el mundo, claro que esto nunca lo admitiría.

Así fue como las dos chicas se acostaron en aquella cama doble, una a cada extremo de ella. Mei tuvo que traer una almohada extra, ya que Yuzu estaba usando la que Mei usaba normalmente, compartían una misma franja de tela, el calor corporal de Yuzu la estaba empezando a fastidiar.

Pero cuando no puedes contra ello, únetele.

Mei abrazo a Yuzu por la espalda, posando su brazo por la estrecha cintura de la rubia, apretándola así contra su cuerpo.

-" ¿Aihara?"- dijo una exaltada Yuzu por la acción hecha por la chica de ojos violeta.

-" Solo es un abrazo, Okogi ."- dijo con simpleza Mei, apretándola aún más contra ella, sintiendo su aroma cítrico más cerca de ella.

El día cinco, Mei y Yuzu durmieron juntas por primera vez, la primera de muchas veces.

Sweet Dreams; Citrus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora