Romanogers

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Dedicado a: G_Rogers Espero que te guste 💕

—Es extraño, ¿no lo crees? —habló Steve, mientras conducía una camioneta que Tony les había prestado.

—¿Volver a viajar en auto?

—Ir a nuestra luna de miel. —sonrió a la mujer que estaba en el lado del copiloto.

—Sabes que no creo en esas cosas, Steve. —negó, Natasha sonriéndole de vuelta —. Pero me gusta verte feliz.

—Me alegra que Fury te ordenara venir. —rió.

—Creo que ambos merecemos pasar tiempo juntos, desde que nos casamos no hemos parado de trabajar. —respondió —. Y acepto que era injusta contigo.

—No te preocupes, lo importante es que pasemos juntos esta semana.

—No me dijiste a dónde vamos.

—Es una sorpresa, Nat.

—Pero si sigues conduciendo a esa velocidad llegaremos pasado mañana. Deberías dejarme conducir.

—Creo que prefiero vivir.

—Un poco de adrenalina calmaran tus nervios, capitán.

—No estoy nervioso. —Steve se sonrojó violentamente.

—Pude sentir tus nervios desde que salimos de la ciudad. —se burló —. Insisto, deberías dejarme conducir. ¿No confías en tu esposa, Steve?

Natasha observó cómo Steve detenía el auto y caminaba hacia el asiento del copiloto con paso decidido, abrió la puerta dejándole el paso a la pelirroja de dirigirse a conducir el auto mientras él se abrochaba el cinturón de seguridad.

—Guíame, Steve. —declaró, observando a su esposo con un brillo irregular en sus ojos verdes, mientras pisaba el acelerador y Steve se agarraba fuertemente del asiento.

El viaje no había sido largo pero tampoco corto, eran de esos viajes en los que podías apreciar el paisaje e inhalar tranquilamente el aire frío que entraba por las ventanas mientras el recorrido terminaba en su destino.

Natasha observó una gran cabaña cerca de un río de aguas cristalinas, sonrió al sentir como su cuerpo era inundado con una paz que solamente con Steve podía experimentar.

—¿Te gusta? —preguntó Steve, bajando las pequeñas maletas.

—Es hermoso. —asintió, pensando en que quizás podría pasar ahí el resto de su vida con aquel rubio fornido que tenía por marido.

—Quiero que te sientas cómoda mientras preparo algo especial. —sentenció, mientras llevaba a la pelirroja a la habitación dónde dormirían esa semana.

Al ver las insistentes negativas de Steve de no permitir colaborarle en la cocina, Natasha se dispuso a salir de la cabaña e inspeccionar el lugar, hacía frio pero quizás no tanto para darse un pequeño baño en el río. Sacó su ropa, la dobló y apoyó en la orilla mientras que poco a poco se sumergía en aquellas aguas heladas. Sentía como su cuerpo desnudo comenzaba a tiritar pero no fue un impedimento para que purificara su ser al menos por unos cuantos minutos. La pelirroja salió del río al sentir que sus huesos comenzaban a doler y maldijo no haber llevado su bata, pues no quería empapar su ropa, así que apresuró su paso y entró a la cabaña provocándole una enorme sorpresa a su esposo.

—Natasha, ¿estás loca?

—No es la primera vez que me ves desnuda, Steve. —sonrió maliciosamente, dirigiéndose a la habitación —. Tienes un problema ahí abajo, cariño. Deberías ir al río, estoy segura que lo arreglaría en un segundo.

—Maldición. —se avergonzó.

—¡Lenguaje, capitán! —bromeó —. Mejor deberías venir a la habitación y arreglar tu enorme problema entre las cobijas conmigo.

Steve no podía negar que Natasha lo traía completamente loco desde que la había conocido y agradecía infinitamente que hubiera aceptado casarse con él, de lo contrario nunca hubiese podido disfrutar las picardías de su mujer aquella semana y de todas las que estarían por llegar.

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¡Hola, hola!

Aquí les tengo un nuevo shot, espero que les guste

Gracias a todas por leer 💕

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