8 Bestia te extraño

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Después de pensar una y otra vez lo que Mike me dijo aquel día, tomé la decisión de hablar con Bestia. Tenía planeado un discurso y todo, espero que funcione, estoy muy nerviosa. Hoy es sábado y Bestia vendrá a visitarme, ya es hora de decirle mis sentimientos hacia él. Suena el timbre y bajo las escaleras como loca.

-Hola preciosa.

-Bestia!

-Nena, tenemos que hablar, es algo serio.

-Yo también tengo algo serio que decirte – dije emocionada y nerviosa.

-Subimos a tu habitación? – tomé su mano, él me sonrió y subimos juntos.

-Buenos días –dijo Mike.

-Hola pa'.

-Buenos días señor... Mike. –dijo Bestia.

-Hablemos luego. –dijo Mike guiñándome el ojo.

Una vez en mi habitación, nos sentamos en la cama, y mí sonrisa se borró al ver el rostro preocupado de Bestia, dos lágrimas brotaron de sus ojos.

-Bestia ¿qué pasa? ¿estás bien?

No me contestó, simplemente levanto la mirada, acarició mi mejilla, me atrajo hacia él y me besó, no me opuse, disfruté de aquel beso como si fuese el ultimo.

-Perdón, perdóname, es solo que...

-No importa.

-Tenemos que hablar –dijo serio. Ya empecé a preocuparme.

-Te escucho.

-Antes de perdóname... yo no quería.

-Bestia me estás asustando.

-Me voy.

-No entiendo.

-Me voy a Inglaterra, mis padres quieren que estudie allá.

-No puede ser –ahora era yo quien lloraba.

-Nena, no... por favor no llores. – me acurrucó en sus brazos, no sabía que hacer, estaba dispuesta a decirle que lo amaba, pero si le decía las cosas serían más difíciles para él, y no me iba a interponer en su futuro.

-Mírame –dijo secando mis lágrimas – no estarás sola.

-Crees que soy tonta o qué? Claro que estaré sola.

-Michael estará contigo bebé.

-Pero yo te quiero a ti. – sus ojos se abrieron como dos platos y yo no podía controlar mis palabras, estaba desesperada, no quería perderlo.

- Bebé, pero dijiste...

-No importa lo que dije en el pasado, yo te amo y no quiero perderte.

-¡Dios! ¿Por qué nunca lo dijiste Harley?! – gritó.

-No sé – estaba llorando – no sé nunca lo que quiero, hasta que estoy a punto de perderlo, yo soy así, soy tonta, es que pensé que nunca me dejarías, por eso no lo decía, porque pensaba que eras demasiado para mí, que yo no te merecía, pero ahora que decido decirte lo que siento, te vas, te vas y me dejas.

-Eso era lo que ibas a decirme... perdón.

-No te disculpes que no es tú culpa, yo soy la responsable de que esto me pasara.

-No lo haré, hablaré con mis padres, de aquí no me voy.

-No, no quiero que te quedes, no perderás esta oportunidad por mí.

Enséñame a vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora