12- Pista dos: Transilvania (Rumania), África

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- ¿A dónde quieres ir primero?

- No sé Bestia, el niño me dio la máscara primero.

- Mejor vamos a Transilvania y luego África.

- ¿Por qué?

- Así compramos juguetes y ropa en Rumania para los niños de África.

- ¡Gran idea! – me lancé sobre Bestia, su mirada es muy penetrante y no soy capaz de hablar.

- ¿Por qué?

- ¿Qué?

- ¿Por qué te amo tanto? – inmediatamente siento el calor en mis mejillas. - me encanta que te sonrojes. Te ves hermosa.

- Emm... - me suelto de su agarre y continúo arreglando nuestras maletas.

* El viaje fue largo y agotador, nuestro hospedaje en Transilvania será en un castillo gigante y hermoso, pero para Bestia es tenebroso ya que era el "Castillo del Conde Drácula" según la leyenda. Para mí es lo más divertido de todo el viaje. El castillo es iluminado por candelabros de hierro y cristal antiguos. El guía se llama Lutor, parece frio y escalofriante, pero es muy amable.

Invité a la servidumbre a cenar con nosotros. El chico que sirve el vino se le derramó y lo ayudé a cambiar la alfombra, al levantarla encontré otro papel con la letra de Mike: "Siente miedo, pero no olvide vivirlo".

*Nuestra habitación es enorme y oscura. Bestia no ha dejado de abrazarme por el frio, nos acorrucamos en la cama y nos dormimos.

Me remuevo bajo el cuerpo de Bestia y me acerca más a su pecho, se acerca a mi oído y con voz ronca dice: - eres mía – me giro a mirarlo y noto que está dormido y sonrío. Genial mi novio habla dormido... espera... ¿novio? Necesito aclarar mis ideas... un ruido debajo de la cama interrumpió mis pensamientos. Algo frio se mueve sobre mi pierna derecha y va subiendo lentamente. Asustada remuevo a Bestia, pero no responde.

- ¿Bestia? – susurro.

- Umm? – gruñe.

- Hay algo bajo las sábanas. – digo temblorosa.

- Probablemente sea una parte de mí. Dice juguetón y riéndose.

- Asqueroso... no es eso, se mueve en mi pierna.

- Ok... lo sentí y eso no soy yo. – se levanta rápido de la cama y enciende un candelabro. Cuando la habitación es iluminada me quedo paralizada.

- Quítala. – susurro llorando – Bestia! – grito.

- No te muevas bebé, buscaré algo.

- No me dejes sola!!

- Ok pero no grites que me pones nervioso!! – Bestia trata de acercarse a mí, la serpiente le ataca, pero no logra alcanzarle.

- Bestia! Cuidado. – en la esquina de la habitación había una armadura de un caballero, Bestia coge la espada y mata a la serpiente.

- Aahhh!! – grité cuando la poca sangre salpicó en mi cara. Bestia se acerca a mí y me abraza.

- Ya pasó bebé. – En ese momento entra Lutor a la habitación.

- Escuché gritos, ¿pasó algo?

- Si... una serpiente en la habitación. – dice Bestia.

- ¡Oh por Dios! – dice Lutor recogiendo la serpiente de la cama. – yo me hago cargo. – dice llevándosela a la boca.

- Lutor ¿qué estás haciendo? – cuestiona asqueada.

- Alimentándome. – dice sonriente.

- Bestia... sácame de aquí.

- No hay salida. – dice Lutor mostrando sus colmillos. Empiezo a ver borroso y caigo al suelo.

* Un cosquilleo en mi nariz provoca que despierte con un estornudo. Abro los ojos y veo a Bestia sin camisa sobre la cama, con una pluma en la mano y sonriéndome.

- Hola preciosa, dormiste como un vampiro.

- Vampiro!! Lutor... Bestia debemos salir de aquí.

- No bebé, todo fue planeado por Michael. Nada fue real.

- ¿Qué? ¿y tú lo sabías? – dije furiosa.

- No! Pero Lutor tuvo que darme explicaciones, ni la serpiente era real... Michael es un genio.

- Siempe le gustaron este tipo de bromas... papá... te extraño.

Después de desayunar, Bestia y yo fuimos al pueblo a comprar los juguetes y ropas para los niños. Al llegar al castillo empacamos nuestras cosas, nos despedimos y tomamos el vuelo.

-Debemos hacer escala en Egipto. –dijo Bestia.

- Así es... me encanta tener aventuras, pero los viajes son agotadores.

- Lo sé. Oye ¿te gustaría pasar unos días en Egipto?

- Si... pero será después, primero quiero saber a dónde nos lleva Michael.

* Al llegar a Kenya (África) visitamos una aldea en la cual decidimos hospedarnos.

Malditos mosquitos. – pensé – llevamos dos días aquí y no he podido dormir... apenas hay de comer. Me entristece ver como vive esta gente, pero es de admirar que a pesar de las circunstancias no dejan de sonreír. Son las 7:00 pm y estoy tratando de quitarme el barro de los pies. Me recuesto en la hamaca dispuesta a dormir y antes de cerrar los ojos veo un papelito pegado en la soga de la hamaca, leo la letra de mi padre: "aprende a vivir como los demás".

Al día siguiente desperté con ánimos y ayudé a las señoras a hacer casabe. Bestia fue de caza con algunos chicos. Después de almorzar los niños me propusieron jugar haciendo figuras de barro y yo era el jurado. Hicieron corazones, mariposas y otros animalitos, pero uno llamó mi atención.

- ¿Qué haces pequeño?

- No sé... - dijo tímido – yo no lo hice, lo encontré en los arbustos... no me descalifiques.

- No lo haré tranquilo. – Tomé la figura en mis manos y me sorprendí al ver el coliseo romano.

Horas después llegó Bestia con otra figura que encontró. Era el Partenón de Atenea. Y llegamos a la conclusión de que debíamos ir a Roma y a Grecia. Pero antes de partir le obsequiamos juguetes y ropas a los niños. Ya entiendo la felicidad de Mike al hacer estas cosas.

Enséñame a vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora