Bestia y yo planeamos nuestro viaje y nos despedimos de mi familia. Decidimos ir primero a México porque lo primero que encontramos fue el chili. Al llegar a México en el aeropuerto una mujer se acercó a nosotros con un cartel que decía mi nombre. Fue extraño ya que nadie sabía de nuestro viaje. ¿Quién nos esperaba?
-Hola – dice la mujer.
- Hola – saludamos Bestia y yo.
- El señor Jackson me pidió que me encargara de su estancia aquí. – Miré a Bestia extrañada.
- Mi nombre es Any. – dijo sonriente mientras nos guiaba a la limosina. – El señor Jackson me habló mucho de ti y tus gustos, espero que le guste las actividades que preparé para usted.
- ¿Actividades?
- Si... ¿acaso no sabe usted por qué está aquí?
- No se la verdad, papá dejó una serie de pistas para encontrar un tesoro, pero no sé lo que busco.
- Por eso estoy aquí. A cada lugar que visites tendrás un guía. Nuestro propósito es ayudarte a descubrir cosas nuevas y en el transcurso encontrar las pistas.
- Michael pensó en todo. – Dijo Bestia.
- Si. – Respondió Any – Lastima que nos dejó, estoy segura de que estaría divirtiendo bastante viendo como buscas las pistas y todo eso. – Bajo la cabeza, no puedo contener las lágrimas. Bestia inmediatamente suelta el Coñac que estaba bebiendo y me abrasa.
- Tranquila bebé.
- Perdón, no debí decir eso... Soy una tonta, se supone que deben pasarla bien.
- No es su culpa.
* Cuando llegamos a la viña Any se encargó de darnos un tour mientras las amas de llave guardaban nuestras maletas. Todo es hermoso, en el jardín trasero hay pavos reales y muchos animalitos con los cuales me pasé jugando toda la tarde. Nos llamaron a cenar, antes de eso tomé una ducha ya que al jugar con los conejos me ensucié de lodo.
- Any ¿dónde está el personal de la viña? – Le cuestioné.
- Ellos cenan en la cocina.
- Llámalos a todos por favor y diles que traigan sus platos.
- Como desee. – Dice y se retira.
- Me encanta. – Dice Bestia.
- ¿Qué?
- Lo que haces, me encantas tú. Tienes un gran corazón igual que tu padre, sé que estaría orgulloso. – Le sonrío con timidez.
- Gracias. – El personal entró al comedor y se sentaron en la gran mesa. Una pequeña se sentó a mi lado.
- Esto solo lo hacíamos cuando el señor Michael estaba aquí. – Todos ríen.
La cena fue agradable. No quería que Bestia se alejara de mí en ningún momento, así que dormimos juntos. Me abrazó antes de dormir y no me soltó en toda la noche.
*Abro los ojos un poco incómoda por la luz en mi cara, el brazo y la pierna derecha de Bestia están sobre mí. Su respiración en mi cuello provoca que mi piel se erice. Trato de zafarme de su agarre, pero gruñe y se aferra más a mí.
- No te vayas amor – dice con voz ronca – vamos a dormir un poco más bebé – me paralizo por la forma en la que me llamo. Aún sigue soñoliento y talvez no se dio cuenta.
- Bestia por favor déjame ir.
- Si me das un beso. – Me inclino y beso su mejilla.
- No... en los labios. – Me tenso y me pongo nerviosa.
- Oye... que durmiéramos juntos no significa que...
- ¿Segura?
- Eres imposible. – Ambos reímos, pero él se pone serio.
- En serio necesito un beso tuyo.
- ¿Aún estas dormido?
- Puede ser... bésame.
- Bestia... - Antes de decir algo más sujetó con ambas manos mi rostro, se acercó lentamente a mí y me besó durante un largo rato mientras yo me derretía en sus brazos.
- Gracias, ya te dejaré ir.
* Los días pasan rápido, llevamos una semana en Cancún. Las aventuras me han encantado, hoy es nuestro último día e iremos a escalar pirámides en Yucatán. Bestia y yo no hemos hablado de nuestro beso, talvez si estaba dormido. Entro a la habitación y la puerta se derrumba, me quedé paralizada del susto. Mierda! Pero... ¿cómo una puerta se puede derrumbar así sola? Decido no decirle a nadie y busco una caja de herramientas. Al abrirla rebusco y encuentro un papel, lo desdoblo y leo la letra de Michael: "Grita y vívelo". Frunzo el ceño ¿a qué se refiere?
Bestia, Any y yo escalamos la pirámide principal. Una vez en la cima sentí una brisa extraña que me cubría y me sentí en paz. Tomé aire y grité, grité lo más fuerte que pude, Bestia me abrazó y me sentí viva.
*Al llegar a Brasil, nos hospedamos en un hotel. Desde que bajamos del avión nos lo hemos pasado bailando. El clima es cálido, así que tuve que usar shorts durante toda la estancia, aunque a Bestia no le agradaba la idea (Según él llamo mucho la atención). Hoy nos tomamos fotos en el Cristo de Brasil, mañana iremos al carnaval y aún no encuentro la segunda pista.
Al día siguiente nos preparamos para ir al carnaval, pero antes de eso pedimos algo de beber, fui a la cocina a buscar las copas y en el gabinete encontré otro papel con la letra de mi padre: "Goza, pero no olvides vivir ese gozo". Sonreí y me serví la bebida. Bestia y yo disfrutamos el carnaval a lo máximo. Muchas personas me reconocieron y se tomaron fotos conmigo. Un niño disfrazado de africano me regaló una máscara de vampiro que por cierto recibí con mucho gusto. El niño antes de irse se acercó a mi oído y dijo: Michael Jackson me dijo que te preguntara ¿sabes de qué estoy disfrazado?
-Si – sonreí – de africano.
- y que si sabes dónde queda mi país.
-Si.
- Y me dijo que sabrás que hacer.
- Gracias pequeño.
* Bestia y yo nos preparamos para viajar a África al día siguiente, así que me senté a descansar en el balcón de mi habitación mientras inspeccionaba la máscara de vampiro que me obsequió aquel niño. Bestia se sentó a mi lado y acarició mi mano, di vuelta a la máscara y en la parte de atrás decía: "Vengo de las tinieblas, pero ¿cuál es mi tierra?"
- Transilvania – susurré.
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Enséñame a vivir
Romance¿Qué pasa cuando la persona que siempre estuvo para ti... muere? El le deja una serie de pistas para encontrar un tesoro. Ella vive una gran experiencia en busca de respuestas.