Cuatro años atrás.
—¡Harry! — Abrí mis ojos asustado, y lo único que pude ver fue la gran sonrisa que Nicole tenía en su cara. La pequeña, entre sus bracitos, sostenía un gran brownie de chocolate.— ¡Feliz navidad! — Le sonreí de regreso y en seguida me senté en la cama, tomé el plato y luego de apoyarlo en la mesita de luz, subí a mi hermana a mis piernas. —Espero que ésta no sea la última navidad que pasas conmigo.— Murmuró, apenada.
—¿Por qué tan triste, Nicky?—Reí.
—Porque pronto te irás de casa y me dejarás con Leah— Gimoteo.— Desde que comparto cuarto con ella tengo que escucharla toda la noche hablando con su novio.
—Pero me iré yo, y tendrás este cuarto para ti sola.
—Prefiero que se vaya ella y no tú, Haz. —Me abrazó con fuerza. — No te vayas con Niall, Haz. Por favor. Y si lo haces, llévame contigo.
Horas más tarde, luego de haber saludado a toda mi familia por navidad, salí a caminar. El clima era realmente helado en pleno diciembre. Podía ver, a través de las ventanas de las casas a la gente sosteniendo grandes paquetes de regalos y a otras simplemente reunidas en familia. Entonces recordé lo que había mencionado mi mamá ayer. Niall y su familia hoy vendrían a casa para festejar navidad todos juntos. Al instante mis labios formaron una gran sonrisa. Era la primera vez que pasaba las fiestas con mi novio.
La noche caía sobre la ciudad y con ella los gritos alocados de la gente se hacían más elevados. Veía los cientos de autos estacionarse en frente de las casas de sus familiares o amigos, también a la gente caminando con grandes platos de comida por todas partes.
Mi celular vibró antes de que una canción de U2 comenzara a sonar, todo aquello me indicó que era mi novio quién escribía. Solo él tenía ese tono en mi celular.
—¿Haz? -Murmuró a través de la línea. Sonreí inconscientemente al oír su voz. Luego me percaté de que se oían gritos de niñas detrás suyo. — Ya llegué a tu casa, ¿en dónde estás?
—Salí un rato a caminar.— Contesté, simplemente.— Ya voy para allá, bebé. Espero que mi regalo de navidad seas tú sobre mi cama.
—¡Harry! — Chilló, haciéndome reír. —¡No te pases!
—Hace frío, podríamos calentarnos mutuamente.
—¡Harry! —Volvió a gritar, provocando aun más mi carcajada. — Tan solo ven, Haz.
Minutos después la llamada terminó, y también mi momento de felicidad pura. Mis pies ahora tomaron el camino inverso, metiéndose por las calles ya conocidas para mí. Las calles estaban iluminadas por algunas luces amarillas y otras rojas, dándole así el toque navideño.
Caminé cuatro cuadras más y ya me encontraba poniendo la llave en la cerradura de la puerta principal. Podía, desde afuera, oír los gritos alocados de mis hermanas hablándole a Niall. Ni bien entré, doce ojos se posaron en mí. Pero solo me centré en los celestes.
—¡Hazzie! — Gritó, poniéndose de pie. Me distraje un segundo y ya lo tenía abrazándome con fuerza.— Feliz navidad.
—Gracias e igualmente, bebé.
Tomé sus manos y las aleje de mis hombros, así pude pasar mis brazos por entre nuestros cuerpos, hasta dar con su cara. Lo levanté apenas del suelo y lo bese.
—Niall Horan , algún día me darás un infarto.
Presente.
Moví nervioso mi mirada por todas las habitaciones que había en el largo pasillo. Hacía dos minutos que mi padre estaba tratando de hacerme regresar a la realidad, y yo sabía que realmente se estaba esforzando por no preocuparse, pero también sabía que yo hacía lo posible por no entrar en pánico.
En mi cabeza se seguía reproduciendo la imagen de él, sobre aquella camilla, cubierto de sangre. Me había quedado embobado, recordando todos los momentos. Se suponía que él se había ido a Australia por el trabajo de sus padres, y desde ese entonces, todo se había ido a la mierda.
Pero estaba en Inglaterra. Estaba de regreso. Y yo no sabía.
—Harry, desde que aquella camilla entró al hospital estás con cara de terror.— Aunque estaba con la cabeza en otra parte, pude notar como se sentaba a mi lado, tocándome la espalda con lentitud.—¿Acaso conocías al chico que estaba en ella?
Estaba asustado. Asustado porque lo chico que amé por más de cuatro años había vuelto a mi vida, justo cuando había dado por hecho que la había perdido del todo. No había visto su cara en años y sentía que éramos tan cercanos como desconocidos. Ambos habíamos seguido con nuestra vida, aunque ello, en mi caso, me trajo varios problemas.
Noche tras noche lo había perdido de diferentes maneras. Me comía la cabeza creyendo que él seguía siendo mío, que no se había ido a la mierda todo. Días y días con llamadas y mensajes de texto. Pero nada de eso se sentía como tenerlo a mi lado. Hasta que todo se hizo menos seguido, hasta llegar al punto de ser absolutamente nada entre nosotros. Se hacían semanas aun más largas estando lejos de él. Y podía ver que en su caso había sido lo contrario, millones de publicaciones suyas, mostrando fotos con sus amigos nuevos juntos.
Podía ver, también, que tenía un nuevo novio y era un completo retrasado. Miles de comentarios sobre sus fotos, diciendo que no tenía ningún futuro con él. Rezaba porque lo dejara porque realmente me hacía sentir enfermo verlos juntos. A pesar de todo, yo sabía que era mejor que él.
—¡Harry! — Mi cabeza regresó a la tierra en cuanto oí el grito de mi padre. Parpadee muchas veces y le presté atención.— ¿Quieres responder qué ha pasado?
—Era Niall.
—¿Qué? — Murmuró, confundido.
—El de la camilla, papá. Era Niall.
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Brisa de Invierno |NARRY|
Fanfiction"Te amaré, Niall, aunque me dejes debajo de la nieve, frente a la brisa de invierno, yo te amaré." ADVERTENCIAS: La historia no se va a basar en hechos reales: La familia de los personajes puede ser diferente a lo que es en la realidad y la edad de...