Brisa de Invierno |NARRY|

Capítulo 4: "Inocencia."

Alcé la mirada del libro que tenía en las manos al notar ciertos movimientos extraños en el sillón. Y con movimientos extraños me refería a Nicole saltando en los cojines, al lado de Bonnie , cuyo único deseo era poder mirar la serie que estaban pasando, con tranquilidad.

—¡Pero, Bonn, tendrías que haber visto cómo la miraba! —Chilló mientras cogía un almohadón y gritaba en él.

—¡Cállate, enana imbécil, no me arruines la serie!

—y después, y después y...—

—¡Mamá, Nicole está tratando de arruinarme una serie! — Bien, aquel grito probablemente me había roto algún tímpano. Y no quería ni pensar en el de Anna  , que pasó por su lado.— ¡Eres jodidamente insoportable cuando se trata de series!

—No sé ni para qué la ven, se van a separar. No tiene un final feliz. Violet se da cuenta de que fue él quién violó a su madre, así que imaginense... — Les sonreí. Ambas se dieron vuelta como si de un demonio se tratara, pocos segundos después se empezaron a parar con total lentitud, sin quitar sus miradas de encima mío y comencé a preocuparme.— Bueno, chicas, voy yendo para arriba, si no les molesta...

Retrocedí mirándolas atentamente, tratando de que no me mataran allí mismo pero en cuanto me distraje un segundo, un caos se desató. Por alguna razón extraña, Anna pasó por entre medio de mis piernas al momento en el que Nicole me empujó hacia atrás. Y Leah , quien también había aparecido de la nada, oh casualidad, estaba jugando con la pelota, la cual rebotó contra la cabeza de Nicole. La chica cayó y durante el proceso de la caída, desestabilizó a Bonnie, ella también se cayó. Y bueno, fue básicamente una sucesión de caídas un tanto graciosa. Fuimos por un segundo, un dominó.

—Mierda. — Murmuré.

—¿Qué hacen allí en el piso? — Nuestras miradas se dirigieron a nuestro papá. La verdad es que no sabía que había llegado. — Levántense, vamos. Ayuden a su madre a ordenar la sala y lleven los cubiertos a la mesa así cenamos.—

Nos levantamos uno por uno y casi formamos una fila, sin querer, hacia la cocina. Pasaron las chicas primero y cuando estaba pasando yo, mi padre me habló.

—Harry, ¿podemos hablar? — Sonrió apenas de costado y me miró preocupado. Tenía una mínima teoría sobre el posible tema de la conversación, más que nada por cómo me dijo que quería hablar conmigo, pero antes de sacar conclusiones asentí y me limite a escucharlo. — Me enteré de que últimamente pasas mucho tiempo en el hospital, rondando por allí, ya sabes, ¿pasó algo?

—No, estoy bien. Solo voy a visitar a Zayn.

—Harry...

—En serio. A veces me aburro aquí y el hospital queda cerca así que voy a visitar a Zayn para pasar un buen rato mientras él no tiene que trabajar.

—Hable con Zayn. Me dijo que no se juntan tan seguido porque le dices que estás ocupado estudiando, Haz. ¿Te sientes mal?

—No.

—Sabes que puedes confiar en mí, ¿no?

—Está internado.— Murmuré para mí mismo.

—Nunca entras a su habitación.

—No quiero.

—¿Por qué no?

—Porque me duele verlo así.

—¿Por qué no intentas hablar con él sobre el tema? Quizá se arrepiente de todo. Quizá a pesar de todo te sigue queriendo y quiere volver contigo, Harry.

—Estoy bien así. Ya lo superé.— Mi padre tan sólo alzó su ceja y me miró mientras se cruzaba de brazos.— Ya lo superé.

—Harry.

—Que ya lo superé.

|Seis años atrás|

—¿Tienes que ir a esa fiesta, Haz-Haaz? — Chilló desde la cama.

Me di vuelta por unos segundos y cuando nuestras miradas se juntaron, alcé mi ceja. Era la fiesta de graduación, claro que iría. El único problema era que era exclusivamente de egresados y Niall, bueno, recién había pasado al cuarto año.

—Ajá. Sí tengo que ir. Obviamente tengo que ir. ¡Por Dios, será asombroso! — Salté por toda la habitación.— ¡Me iré de ese infierno, al fin! Iré a la universidad, tendré mi propio departamento, mi propio auto...Joder.— Suspiré. Se oía mejor de lo que pensé.

—Bueno...— Lo miré con detenimiento y caí en la cuenta de que estaba a nada de soltar lágrimas. ¿Acaso había dicho algo malo?

—¿Niall? - Me acerque más y en cuanto lo notó, se volteo entre las sábanas y dejó de mirarme. — ¿Cariño, qué ocurre?— Oí un pequeño sollozo y mi corazón se rompió en mil pedazos.— Bebé, por favor respondeme. — Mi voz se quebró y juro que no quería llorar pero es que tan solo escucharlo a él así...—Niall, ¿en donde lo arruine?

—Estás...tú, es-estás viendo un futuro.

—¿Y qué está mal de eso, bebé?

—Y no estoy yo. Estás viendo un fin para nosotros, indirectamente, pero lo estás viendo.

—No, cielo, no. — Me metí en la cama con él y lo pegue contra mi pecho.— Nosotros nunca nos vamos a separar, ¿eh? Vamos a crecer juntos, nos casaremos y tendremos cinco hermosos hijos. Luego seguiremos creciendo, y los veremos crecer a ellos, se casaran y tendremos hermosos nietos.

Segunda vez que algo se oía mejor de lo que había pensado.

— ¿Cinco hijos? No puedo criar bien a tantas personas.

—Claro que puedes. Mis padres pudieron con seis. Será uno menos.

|Presente|

Mientras aceleraba más el paso, saqué un cigarrillo de la cajita y lo prendí. Era una mierda, pero por desgracia era lo único que calmaba mi ansiedad.

No tenía ni idea de a dónde me dirigía. Probablemente todos los lugares estaban cerrados, considerando que eran las diez de la noche.

En mi camino a la nada, me encontré con la genial presencia del genial Zayn, quién por una gran mierda de suerte me vio y se dirigió a mí con una mueca extraña en su rostro. No dijo nada, solo me tendió un papel y luego de un pequeño golpe en mi hombro como saludo, se fue.

"Revisa tu celular. Me lo agradecerás, probablemente, en un par de años. Zayn."

Saque el celular del bolsillo trasero derecho y luego de colocar la clave, un mensaje de un número no registrado apareció en la parte superior, pidiendo ser abierto.

"Hola, eh, hoy por la mañana apareció un médico o enfermero (no sé exactamente qué era) y me dijo que te mandara un mensaje porque te alegrarias. No sé quién eres, pero bueno, cualquier cosa, supongo que llamame? Me llamo Niall, por cierto."

Termine de leer y el cigarrillo se cayó desde mi boca hasta el piso.

— Mierda.