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⚠Contenido sexual.

—¡Jimin, ah!

Yoo-saeng se retórcia entre las sabanas apretando con una mano las sabanas y la otra hundiéndola entre el sedoso cabello de Jimin mientras que el chupaba y lamía con fuerza los pliegues del sexo de ella.

—Sigue gimiendo asi, nena.

Los largos dedos de Jimin entraron de una sola, Yoo-saeng curveó la espalda saltando casi fuera del colchón mientras jadeaba fuertemente. Jimin la estaba llevando a otro tipo de éxtasis nunca conocido y tal vez eso era lo que lo hacia sentirse orgulloso a el, que fuera el primero en mostrarselo. En hacerla hundirse en un fuerte y profundo placer que ella desconocía, por eso estaba siendo conforme momentáneamente con ver como ella se retórcia entre sus caricias.

—Follame Jimin, porfavor. — susurró jadeante ante la atenta mirada de el.

—¡Oh Yoo-saeng! Si lo pides así no tengo otra opción.

Con una fuerza descomunal Jimin retiró su oscuro bóxer liberando su largo y erecto miembro. Rasgó con apuro el pequeño cuadro dorado sacando el condón y poniéndose ante la lujuriosa imagen del trasero de Yoo-saeng.

Yoo-saeng jadeó en voz baja al sentir el fuerte agarre de Jimin en sus caderas, y por instinto, separó un poco más las piernas dándole una mejor vista a Jimin. Gimoteó al sentir la polla de Jimin entrar fuertemente, sus paredes se contrajeron alrededor de el apretandolo y succionandolo fuerte.

Cuando Jimin comenzó a penetrarla una y otra vez rápidamente, Yoo-saeng se sintió desfallecer. No solo era el exquisito ritmo con el cual se movia, sino que también, tocaba su punto G. Nunca había conocido aquella sensación, pues cada vez que su padrastro la tocaba no llegaba a sentir placer alguno y si lo sentía era porque estaba bajo los efectos de las drogas que le hacia consumir.

—Oh nena, te sientes de maravilla. — Jimin tironeó de su cabellera hacia atrás susurrandole al oído.

—M-Más, m-más — jadeó hablando por lo bajo.

—¿Qué?, dilo más alto — se burló mirando como Yoo-saeng balbuceaba.—Vamos nena, dilo.

—¡Más, Jimin, más! — gritó.

Rió. —Como lo ordenes.

Jimin levantó la pierna de Yoo-saeng para penetarla con mayor fuerza. Ambos comenzaron a jadear al sentir lo cerca que estaban. La embistió más rápido golpeando sus caderas contra su trasero y sus testículos balanceandose sin control.

—¡Jimin!

El orgasmo de Yoo-saeng explotó en segundos prolongandolo por más tiempo, Jimin se corrió unos segundos después llenado el condón hasta la ultima gota quedándose vacío. Salió lentamente de ella tumbandose a su lado con la vista pegada hacia Yoo-saeng quien seguía teniendo espasmos ante su recién orgasmo.

Cada vez que la veía le hacia sentir algo distinto, era una sensación que no conocía. Le dolía tanto el pecho que pensaba que era tiempo de desaparecer y cada vez que creía eso el dolor aumentaba.

Tal vez necesito más sexo, pensaba.

Pero cuan equivocado estaba Jimin de eso.

Blood, Sweat and TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora