Entre los labios
de cualquier dama
se encuentran
los secretos
que guarda,
los versos
que ella ama,
los silencios
en que las palabras
no hacen falta,
porque el fuego
de dos cuerpos,
dos almas
por sí solo
habla,
las caricias
que su cuerpo aclama,
la pasión
que enciende su llama,
los besos
que le roban el alma,
los anhelos
que calla,
los deseos
que oculta su cama,
los sueños
que ésta encierra
haciendo que hasta ella
se estremezca.19