Una boca calla
un beso,
un abrazo,
por tratarse de gestos
que no se piden
y son mágicos
cuando se reciben.
Un te amo
por no arriesgarnos,
un te quiero
de sus labios
por el miedo
a equivocarnos.
Un adiós
que decirlo no pudo,
un perdón
que no dijo por orgullo.43