Amanda, aún no logro asimilar que seas la misma persona que me contaba historias, la misma que se inventaba nanas para hacerme dormir.
El Ángel de papá y mamá....
El Ángel perdió sus alas...
Amanda, ¿a cuántas personas has matado? ¿Ha cuántos has...
"Hay Anarquía en las calles, Sangrando Revolución Levantándose con furia, Viviendo del miedo de los débiles, Justicia al borde de un cuchillo, Lo que sea necesario para sobrevivir, Atrapado en el instinto, el animal que está en mí, respira, Mira lo que hemos hecho-o-uno, en lo que nos hemos convertido, es un mundo loco, loco, es un mundo loco, loco, Vivimos en, Así que cierra las puertas, no hay nada para ti aquí, Cierra tus puertas, es un mundo loco, loco, es un mundo loco, loco, vivimos, Así que cierra las puertas, no hay nada para ti aquí, Cierra tus puertas, es un mundo loco, loco, No hay donde puedas ir, Con la oscuridad rodando como el humo, Puedo verte temblar, dándote cuenta de que eres la presa por primera vez, Mira lo que hemos hecho-o-uno, en lo que nos hemos convertido, es un mundo loco, loco, es un mundo loco, loco, Vivimos en..."
-UNSECRET feat. REMMI, Mad World
Nueva York, Estados Unidos
Luna
Me perdí en el regreso a casa, ni siquiera presté atención a nada más el resto de la velada. Drako me dejó desconcertada con su actitud, ¿acaso fui yo la que hizo algo malo? Él fue quien vino detrás de mí cuando salí del salón de fiestas, no entiendo nada.
La herida que me hizo en el labio inferior me dolía un poco, me pasé los dedos y lo pillé observándome desde el bar que tenía instalado el apartamento. Desvió la mirada; ha estado esquivo, en la limusina no dijo nada. Me levanté del sofá dirigiéndome a la barra, le pedí que me sirviera vodka, Drako me miró con severidad y en lugar del vodka me sirvió soda en un vaso de cristal y me lo extendió, lo cogí sacándole la lengua en el acto y me marché a su habitación, me tocaba pasar la noche allí, sinceramente me moría por irme a otro lugar. Quería estar sola.
Besarlo fue un error garrafal, y sus besos.... Se sentían tan él, tan Sebastian y era imposible. Quizá todo se reducía a que lo echaba tanto de menos que lo sentía y veía en todas partes.
La puerta se abrió y me volví, Drako entró.
—Vaya, ¿quieres morderme algo más?—pregunté. Él se quedó en silencio, se limitó a mirarme—. Si no vienes a disculparte o a darme una explicación será mejor que te marches y me dejes quitarme sola el calentón que me dejaste, Drako Dark.—Drako sonrió, y mostró una mirada interrogante—. ¿Conoces la masturbación, Drako? Fuera, fuera—ordené acompañando la orden con ademanes de la mano.
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—Ya me voy para que haga lo que le plazca con su cuerpo, señorita....
—Lo que ocurrió hace un rato, olvídalo, ¿sí?—lo interrumpí, más serena y sin pizca de burlas en la voz.
Drako no hacía más que acortar la distancia que nos separaba, yo retrocedía y él se acercaba, hasta que dejé de huir. Acarició con su dedo pulgar la herida que me dejó en el labio inferior, aquello me erizó la piel y me hizo querer repetir lo anterior, me hizo desear que volviera a besarme, que me comiera la boca del modo tan posesivo con el que lo hizo en el evento, lo deseaba, y así como apareció el deseo, vino la culpa y lo empujé. Drako se disculpó en un susurro y se marchó, cerrando la puerta a su salida; suspiré, y puse el vaso de soda en la mesita de noche, me senté al borde de la cama cogiendo el libro que Sahar le había obsequiado a Drako: Drácula de Bram Stoker, me acosté y lo hojeé un rato antes de quedarme dormida por el cansancio; tuve una noche sin sueños, pero sí oí su voz. La voz de Bastian....
