"Hay un tiempo para la paz
Y hay un tiempo para la guerra
Tiempo para ser un hombre, y saber por lo que estás luchando...Tienes que poner todo en la línea
Porque la sangre es más espesa
Que el vino
Del enemigo...Sí, hay un momento para la paz
Hora de guerra
Vamos a mostrarles por lo que estamos luchando....Si bajamos
Bajamos juntos
Si quieres pelear
Lucharemos por siempre
Sí, lucharemos por
(pelea)
Lucha por
(pelea)
SiempreMejor mueve tus pies
Y comienza a tomar lados
Porque ahora las líneas son delgadas
Entre lo que está mal y lo correcto
Porque cuando llegue el juicio, habrá fuego sagrado
Los Demonios Caen
Los Ángeles se Levantan
En la Gloria....Si bajamos
Bajamos juntos
Si quieres pelear
Lucharemos por siempre
Sí, lucharemos en
(pelea)
Lucha en
(pelea)
SiempreTengo que poner todo
En la línea
Porque la sangre es más espesa
Que el vino
Del enemigoSi bajamos
Bajamos juntos
Si quieres pelear
Lucharemos por siempre
Sí, lucharemos en
(pelea)
Lucha en
(pelea)
Siempre...."-Sam Tinnesz, Fight On
Nueva York, Estados Unidos
Sahar
Me quedé a dormir con ella, a veces me daba miedo dejarla sola.
No estoy acostumbrada a eso. Sentir miedo.
Faye Vesper había cambiado muchas cosas en mi vida, me hacía vulnerable cuando fui entrenada para ser fuerte, para no dejarme vencer por nada ni por nadie, para no tener debilidades. Y no las tenía, salvo una. Ella.
Todas mis defensas bajaban con Ella.
La observé, dormitaba con la sábana cubriéndole el culo. Tenía la espalda y las piernas descubiertas, la cara hacia mí, los ojos cerrados con el rubio cabello ligeramente alborotado; sonreí, quise tocarla, pero me abstuve y me levanté con cuidado.
Faye estaba rendida, agotada por el viaje y por lo ocurrido antes de subirse al avión. Cuando la vi desfallecer, cuando la vi sangrar entré en pánico porque intuía la razón del desmayo, al Declan confirmar mis temores sentí que era yo quien moría poco a poco por dentro; los humanos son tan frágiles.
Cogí del armario una de sus batas negras de seda y salí al salón, me sentía ¿agobiada? Agobiada sí, esa es la palabra, algo que antes de ella no había experimentado. Ni siquiera cuando mi padre hizo caer a mi hermano en ese sueño en el que estuvo sumido; supongo que Luna debe estar en serio fatal como para que Faye considerara, al fin, la idea de ser inmortal.
Me senté en el sofá y observé el aparato donde la gente de este lado ve las noticias, no sé cómo puedo olvidar el nombre: Televisor o algo así. El control estaba en la mesa de centro al lado de una carpeta negra, me decidí por coger la carpeta. Iba a abrirla pero oí un ruido que venía del dormitorio, me levanté de un salto dejándola donde la encontré; abrí la puerta y encontré a Faye gimiendo en medio de una de sus pesadillas, despertó antes de acercarme a la cama. Una leve capa de sudor cubría su rostro, me miró y apretó la mandíbula, se cubrió el rostro y rompió a llorar.
—Maldita sea...—sollozó—. Maldita sea, maldita sea...
Me senté en la cama, la atraje hacia mí y deposité un beso en su sien.
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Vestida de Luna. Tomo 2©
Mistero / ThrillerAmanda, aún no logro asimilar que seas la misma persona que me contaba historias, la misma que se inventaba nanas para hacerme dormir. El Ángel de papá y mamá.... El Ángel perdió sus alas... Amanda, ¿a cuántas personas has matado? ¿Ha cuántos has...