Capítulo 1.

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Una vida tranquila, casi perfecta, mi vida ha sido perturbada y prácticamente arruinada. Jason Blossom se ahogó en el río Sweetwater mientras paseaba por allí con Cheryl Blossom y un guante se salió de la mano femenina, en un intento por recuperarlo cayó al agua y fue arrastrado por la corriente. 

La noticia me había tomado por sorpresa, estaba realmente destrozada, Jason era parte esencial de mi existencia, amaba a Jason, de verdad lo necesitaba en mi familia, y ahora él ya no estaba. No encontraba fuerzas para salir y dar la cara junto a mi familia para hablar de mi hermano. No comprendía como mi hermana y mis padres se mantenían con la cabeza fría y mantenían la postura, hasta parecía que no les dolía lo que había sucedido. 

El miedo y la desesperación inundaba todo mi ser, realmente me dolía todo lo que estaba sucediendo, Jason y yo mantuvimos una excelente relación, siempre estuvo para mí, me protegió, cuidó cada uno de mis pasos para no tomar un camino equivocado.  Me llevaba bien con mis hermanos, pero claramente como toda relación, teníamos discusiones y desacuerdos, ya sea, por pequeñas cosas e incluso más relevantes. Los gemelos y yo teníamos un año de diferencia, muy poco, por lo que, se podría decir que compartimos la misma infancia, estuvimos juntos en todos nuestros momentos importantes.

Los periodistas de Riverdale habían inundado el salón de la mansión Thorn Hill, todos hicieron preguntas, todos querían conocer datos sobre lo que sucedió ese día, todos estaban allí por una razón y no era necesariamente porque lamentaban nuestra pérdida, solo querían husmear sobre nuestra familia, no sentían compasión ni por Jason mucho menos por nosotros, nunca lo habían hecho, ni lo iban a hacer. Mis padres me han prohibido derramar una lágrima, hacer comentarios sobre lo mucho que lo lamentamos o cualquier cosa de esa índole, debíamos ocultar nuestro lamo más emocional y humano, sin ningún fin aparente para mí.

El día había estado más agitado de lo que me hubiese gustado, fuimos al río Sweetwater, el sheriff Keller nos hizo una visita para comenzar oficialmente con la búsqueda del cuerpo de Jason, muchos periodistas y opiniones externos me había agotado sobremanera. Mi novio y mi mejor amiga estaban en casa acompañándome. 

Me encontraba en mi habitación con Reggie, Mitch y Cheryl, hablamos un rato y luego de un par de horas ambos se fueron a sus casas. Me quedé a solas con mi hermana y la sentía muy distraída y pensativa, conocía perfectamente a mi hermana y presentía que me estaba ocultando algo. 

- ¿Qué tienes, Cheryl? - Ella giró su cabeza hacia mí y me sonrió, pero la percibí triste.

- Nora, Jason ya no está con nosotros y no podemos ni llorar su pérdida, como si sentirse mal por alguien que amas fuese un crimen - dijo y yo la miré con pena.

- Me siento muy triste, lo extraño, idealicé tanto un futuro con él, estaba incluido en todos mis planes, Cheryl, era nuestro hermano, es injusto, nadie mucho menos Jason se merecía una muerte así, jamás, no él - dije con lágrimas corriendo por mis mejillas. 

- No tienes que ser fuerte, no es un requisito, no conmigo, no ocultes lo que sientes, sé cómo te sientes, yo lo estoy sintiendo, me destroza, estamos destrozadas y tenemos el derecho de mostrarlo porque nadie debería de estar preparado para pasar estas situaciones - dijo tomando mis manos. 

- ¿Los superaremos, no es así? - pregunté temerosa de lo que podía responderme.

-Pero por supuesto que sí, tómate tu tiempo, el que necesites, que es tu proceso y todos deberían de respetarlo, cada uno elige como sanar. - contestó.

- No sé qué hubiera hecho si los hubiera perdido a los dos, no lo soportaría, los necesito, te necesito conmigo - le dije y mi voz evidenciaba tristeza y miedo, como si temiera de lo que podía suceder después de decirlas. 

- Estoy contigo, siempre voy a estarlo, cuando me necesites voy a estar, por siempre, no lo dudes- me dijo abrazándome y llorando. 

- Quiero dormir contigo esta noche - dije. 

- Todas las que consideres necesarias - contestó y se acostó a mi lado. 

Después de un par de minutos mi hermana se durmió tomando mi mano, yo no lograba conciliar el sueño aún, le daba vueltas a todo, me sentía vulnerable. Me giré y vi a mi hermana y no pude evitar pensar en que quizá no todo era como parecía ser. Pero, los pensamientos desaparecieron, no creí capaz a mi hermana de ocultar algo tan delicado. 

Me dediqué a intentar dormir, tenía que asistir al instituto, mis padres no tolerarían ni una falta, por ninguna razón.

Por siempre, no lo dudes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora