35. Es tu vida, no la mia

1.3K 79 4
                                    

Justo como lo habíamos predicho, Hiram Lodge se había enterado de la huelga de hambre de los jóvenes serpientes. Archie como buen idiota que es vino a por los chicos.

Pero la situación empeoró cuando Archie llegó, porque no llego solo. Todos los chicos del equipo llegaron junto a él. Pero a final de cuentas los perjudicó más ellos que a nosotros.

Andrews llego al lugar con unas pinzas corta pernos completamente dispuesto y decidido a cortar las cadenas. La mitad de Riverdale estaba allí, con sus celulares en mano y flashes encendidos.

Estaban grabando el suceso, estaban grabando como un adolescente hacía el trabajo sucio de un acaudalado, estaban grabando a Archie, ahora todos lo sabían, Archie Andrews trabajaba para Hiram Lodge y ahora todo Riverdale lo sabía.

Hubo un silencio sepulcral por parte de todos los presentes, solo un hombre se atrevió a hablar, Jughead Jones sonrío triunfante.

-Hazlo, dale la satisfacción a Hiram Lodge-dijo Jones con una sonrisa en su boca, aunque yo sabía la verdad, Jughead se sentía decepcionado de su amigo.

Lo siguiente que se escuchó fue el sonido de las pinzas cortando las cadenas, posterior a esto, todos los serpientes caminaron en fila y se retiraron.

Nadie dijo nada, creo que no era necesario, creo que las palabras estaban de sobra, los ciudadanos estaban pasmados. Nuestro tan querido y adorado Archiekins trabajaba para Hiram Lodge y era un hecho irrefutable.

2 días después

-Prometiste llegar anoche-dijo Sweet Pea mientras caminaba apresurado detrás, directo a mi taquilla

-Lo sé, lo lamento, pero pase estudiando todo el fin de semana y después del ensayo de las vixens llegué a casa para prepararme y me quede dormida-dije mientras tomaba mis cuadernos y después tomaba cariñosamente la mano de mi novio

-Siento que nuestra relación ya no es tan importante para ti-soltó Pea mientras retiraba su mano de la mía

-Ay no digas eso, sabes que te amo-me detuve en seco, lo había dicho, le había dicho te amo a Pea. Y no es que no lo amará pero nunca nos habíamos dicho más que te quiero

-¿Que pasa cariño? ¿por qué paras? ¿te sientes bien?-dijo rápidamente tomando mis mejillas. No se había enterado o le había dado igual lo que le había dicho. De alguna manera me alivio pero también me sentí mal.

-Nada, recordé que tengo que hacer unos deberes, nada importante-dije dejando un casto beso en sus labios.

-Noooo-dijo con una cara que fingía enfado

-¿Que pasa?-pregunté asustada

-Que me das un pico nada más, y yo quiero más-dijo haciendo un puchero

-Amor, eres tan hermoso-dije y después lo besé. Era ese tipo de beso que me daba y me derretía a sus pies. Estaba loca por él, el sabor de sus labios, acariciar su piel, todo en él me encantaba

-Bueno cariño, debo ir a clase y tú también, chao- me despedí y el dejo un beso en mi frente, como me encantaba que hiciera eso, era tan tierno y cariñoso. Me giré para irme por el pasillo

-Nora-dijo Pea y yo me giré inmediatamente-yo también te amo-y sonrió, se giró y se fue

Esas palabras habían causado un revuelo en mi cabeza y las mariposas en mi estómago parecía que estaban desesperadas por salir de ahí

Esas palabras me habían sacado una sonrisa y no se borró en todo el día, no hasta que llegue a casa

-Reggie, ¿qué haces aquí?- pregunté mientras bajaba de mi auto junto a mi mochila

Por siempre, no lo dudes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora