Capitulo 15: la hora ha llegado

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Al volver a casa, busqué y rebusqué en las cosas de mi padre tratando de encontrar algún arma, pero no encontré nada. Pase a mi cuarto y me puse los lentes de contacto color verde, peiné mi cabello con un estilo de copete en el frente, y cambié el sofisticado pero juvenil traje celeste y lo cambié por un traje común, color negro, perfecto para asistir a un funeral. De todos modos estábamos enterando la soltería de Santiago. De igual forma me miraba bien. Me dolían los pies, los malditos zapatos caros estaban provocándome un raspón en el talón. Tome un par de converse bota alta color negro y aún así el traje lucía bien. Ya estaba a punto de salir de la casa y pase cerca del estudio de papá, me regresé y entré. En todas las películas siempre hay un arma en el estudio guardada en un compartimento secreto de una gaveta, la segunda usualmente. Fui al escritorio de papá e hice lo que en las películas, y para mi sorpresa ahí estaba, nada de compartimentos secretos, era muy cliché para mi padre pero ahí estaba, un revólver. Saque mi celular y busqué en Google cómo usar un arma y aprendí al menos un 50% en un tutorial. Verifiqué que tuviera balas y busqué más en la gaveta, le puse seguro y la guardé en la parte de atrás de mi pantalón donde el saco la cubría. Sentía que estaba tomando la amenaza de Memphis muy en serio, pero algo me decía que Memphis tramaba algo, y yo tramaría otra cosa... solo por si acaso. Salí de mi casa, pensaba pedir un taxi pero vi la camioneta de mi madre y la tomé, siempre dice que lo de ella es mío también, así que me lleve la camioneta.

***

- Maten a ese maldito, tiene que ser el primero. Estanislao.

- no tenemos idea de quién sea o cómo es.

- lleva traje, color celeste, el pelo peinado como niño de kínder, lentes de vidrio grueso y ojos marrones. Es todo y sabrán quien es.

- como mande, Memphis.

***

Llegué a la recepción estaba lleno de autos aparcados. El auto menos caro que se encontraba era la hummer de mi madre, mi hummer. Baje del auto y cuando entré al lugar todos estaban muy bien vestidos, yo desencajaba con mis converse. Me sentí fuera de lugar, todos me miraban con cara de pocos amigos, los murmullos no se hicieron esperar. Busqué a lo largo de todo el salón y en la mesa de honor estaba Santiago y Lizzey, ambos me llamaron con un gesto de mano y me acerqué. Habían una silla vacía reservada para mi al lado de Santiago. Yo era el padrino de bodas, tenía que decir mi discurso, se me había olvidado. Tenía la mirada en blanco, y de repente vi al maldito, Memphis.

- Santiago.- dije

- Si?

- Qué hace tu hermano aquí? Estaba invitado?

- No. Pero llegó a la misa y sería muy descortés de mi parte no invitarlo siendo de la familia.

- Entiendo.- dije. En realidad no entendía. Memphis odiaba a Santiago, se hacía notar. Santiago era el hijo preferido. Memphis siempre fue la oveja negra. Cuando Memphis fue "desterrado" de santa Verónica juró vengarse de todos. Santiago sabia que si hermano siempre había sentido celos de él y lo ignoraba como una amenaza, más bien lo tomaba como un cumplido.

La recepción siguió su curso, no tuve tiempo de preocuparme por Memphis, mi única preocupación era el discurso.

***

- hay que deshacernos de la policia.

- bien pensado Rudy, no por ser cualquiera te puse como líder cuando yo no estoy presente.- dijo Memphis, despertando la envidia en lo más profundo de los otros.

La historia del millonario que queria vivir como pobreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora