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                        3.Comienzo
Aquella noche no dormí lo que se dice precisamente bien. Tuve pesadillas en las que me ahorcaban con un hilo rojo y en las que Rory se convertía en un monstruo con garras, colmillos y ojos de color rojo. Tenía que hacer muchas cosas. Debía hablar con mi tía Marie de esto. Tenía que explicarme que demonios me estaba pasando. También tenía una conversación pendiente con Rory, pero decidí que esta era menos urgente. Tal vez él ni siquiera supiera lo que era. Y todo esto sin contar que el baile de bienvenida era dentro de dos días y todavía no tenía ni pareja ni vestido. Esperaba arreglar el problema vestido esta tarde, pero no sabía si en un par de días reuniría la fuerza suficiente para pedirle a Asher Hellwood que me acompañase. Ya se vería.
En el instituto, el examen me salió de pena. Después de varias horas de investigación, estaba tan cansada que me dormí nada más tocar el colchón, y encima del mismo seguía el libro de historia sin abrir. Al acabar el examen, cogí los libros de mi mesa y me dispuse a salir de clase, pero vi que Rory me estaba mirando. Comenzó a ir hacia mi. No podía hablar con él ahora. No sin antes descubrir toda la verdad. Así que corrí.
- ¡Amber, Amber espera!
Salí de clase a toda velocidad. Mire para atrás a ver si todavía me seguía y cuando volví la cabeza al frente me di un golpetazo contra el pecho de un chico. Mis libros estaban tirados en el suelo.
- Ay... Lo siento de verdad, no iba mirando por donde iba y...
- No pasa nada, no te preocupes, me pasa más de lo que crees. -dijo Asher, y me regaló una sonrisa de dientes perfectos.- Deja que te ayude.
- Nos agachamos a recoger lo que había tirado por las prisas y su mano encontró mi folleto del baile de bienvenida.
- ¡Oh! ¿vas a ir Amber?
- Pues...- ¿Que le iba a decir? ¿"No, a menos que sea contigo"?- La verdad es que me gustaría, pero no tengo pareja...
- No te lo vas a creer... Pero la verdad es que yo tampoco.
Pues no, no le creía. ¿Como es que ninguna chica había invitado ya a aquel Adonis al baile?
- Y ya que los dos queremos ir... ¿que te parece si vamos juntos?
Me esperaba de todo menos aquello. Ahí estaba yo, que babeaba por Asher desde primero, en frente de él y me estaba pidiendo que fuese al baile con el. Ni en mis mejores sueños.
- La verdad que me encantaría, Ash.
- Pues perfecto entonces- se dio la vuelta para irse, pero recordó algo y volvió a girarse- la verdad es que llevamos sin hablar desde el año pasado y no me acuerdo ni de que día era tu cumpleaños... ¿que te parece si quedamos mañana en Martins' después del instituto para refrescarnos mutuamente la memoria?
Era como si una bandada de mariposas revoloteasen en mi interior.
- Perfecto, creo que lo necesitamos, yo ya no me acuerdo de ese segundo nombre tuyo que me hacia tanta gracia...
- Mike. Asher Mike Hellwood. Cuando íbamos en segundo te desternillabas de el.
- Ese mismo, bueno, ¿Mañana a las 3 entonces?
- A las tres entonces.
Nos dimos la vuelta y caminamos en direcciones opuestas. No podría describir la sensación que tenía en ese momento. Era como caminar por las nubes. No solo mi amor platónico del instituto me había invitado al baile, si no que también me había pedido una cita. No cabía en mi de la emoción. No fui capaz de disimularlo ni al final de las clases, cuando me encontré con Alessia.
- Te veo muy feliz, ¿que ha pasado? ¿Un milagro?
- Algo parecido.- respondí.

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