Tres Maneras De Explicarte El Desastre.

La calma.

Eventualmente luego del desastre aparece la calma, o eso nos han dicho millones de veces, nos hablan del arcoíris luego de la tormenta e idealizamos ese fenómeno como la búsqueda de la felicidad, pero, al ser una amante del caos y una eterna catastrofista empedernida me pregunto, ¿y si la verdadera felicidad está en la forma en que el huracán se ve hermoso a su manera? ¿O si el amor se puede describir gráficamente en ese justo momento en el que volcán hace erupción?

Mira, yo he estado buscando la felicidad en los lugares menos indicados, en personas que sabía que jamás serían esa calma que decía anhelar, pero, es que yo nunca anhelare la monotonía que ejerce la paz. Jamás me hallare en el cantar de las aves en una tarde despejada de verano; no, más bien me hallo en la lluvia torrencial que golpea la ventana y en las fuertes corrientes de los ríos, a esos que la gente suele tenerle miedo, es ahí donde yo hallo la calma, en el mismísimo desastre.

No te pido que encuentres la felicidad en los mismos eventos que yo, y que desprecies las apacibles tardes de junio, porque como dije la vida se trata de convertirla en una obra de arte y el arte es subjetiva, así que al igual que yo, en este poemario eres tú quien debe definir el desastre, la calma y los demás ítems de tu vida, es cómico como estoy empezando a sonar a libro de autoayuda.

La verdad es que nadie te prepara para cerrar el primero poemario que escribes en tu vida, nadie te prepara para entregar al mundo y a los perros tu versión del mismo, para que hagan de ella o un clásico, o ese tipo de cosas indeseables para la cultura, y aunque suelo mostrar un aura de sabionda que se las sabe todas y que eso es lo que menos le importa, vamos, ¡Tengo unos diecinueve años! Todo me interesa, todo me afecta, soy una adolescente tratando de comportarse como una adulta y plantar cara con mis letras a los desplantes ocasionados por la búsqueda del amor.

No sé cómo despedirme, nunca he sabido hacerlo. Supongo que diré hasta luego.

Hasta el próximo desastre,

Con amor, Alex.