De Barcelona a Madrid

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- ¿Si?

- ¿Cómo está mi chica mala?- la voz de Ana al otro lado del teléfono hizo que mis pálpitos se relajasen por unos segundos, siguió hablando antes de que me diera tiempo a contestarle- Estamos Amaia, Miriam y yo en un bar cerca de por aquí vente con nosotras si estas libre, solo te diré que el plato del día son san jacobos..

Solté una risa tímida y pensé que nada me vendría mejor en ese momento que despejar mi cabeza con amigas, además de pedirles opinión, así que le dije que si y me dirigí hacia allí.

-Hola chicas. – dije sentándome en una de las sillas que quedaban libres.

- ¡Hola!- respondieron al unísono, ni en los mejores ensayos con Manu Guix.

- Bueno pero ¿te puedes sentar bien?- dijo Amaia con una mirada insinuante, refiriéndose a mi encuentro con Vicente. No pude evitar romper a llorar.- Ay ¿que pasa? Joe ya la he vuelto a cagar..- dijo mordiéndose el labio inferior y poniendo cara de preocupación.

- Pues que me he peleado con Vicente, y parece que lo único que le preocupa es la fama que pueda yo ofrecerle a lo que realmente sienta o no por él, y no se que hacer...

- Tía tu haz lo que sientas en el corazón, deja de mirar por todo el mundo y empieza a mirar por lo que quieres tú, tarde o temprano alguien saldrá con el corazón roto y aunque suene egoísta tu tienes que proteger el tuyo.- dijo Ana apoyando una mano sobre mi hombro.

Miriam observaba desde enfrente de la mesa con un trozo de tortilla en la boca que trataba de masticar lo más rápido posible para intentar consolarme.

- Aitana cuando dos personas están destinadas a estar juntas lo estarán a pesar de todo, y sinceramente yo y Pablo y Ana y Jadel no hemos tenido ese tipo de problemas, tampoco hemos tenido un tercer factor incidiendo pero.. creo que si lo tuvieras tan claro ni siquiera te plantearías tu relación.- dijo cuando consiguió acabarse aquel trozo.

- Estoy de acuerdo Aitana, creo que te cuesta aceptar tus sentimientos por Luis porque no quieres hacerle daño a Vicente, pero eres humana y tus sentimientos pueden cambiar, y si ahora sientes eso permítete ser libre y vivirlo.- dijo Amaia con un trozo de servilleta en la mano.

- Si tenéis razón chicas... Creo que quiero a Luis, y que a Vicente le tengo mucho cariño pero por mucho que lo intento..Es algo que no puedo forzar.- dije cada vez más convencida y menos angustiada. Mientras Amaia seguía trasteando la servilleta, hasta hacer un gorrito de papel.

- Toma este es tu nuevo gorro.

-¿ Y esto por qué?

- Eres la nueva capitana del barco Aiteda jajajajaja.

- Ellaaaa, capitanaa – dijo Miriam con una sonrisa de oreja a oreja, Ana también se reía mientras asentía.

Al salir del bar, se fueron para el hotel y yo de camino a casa, decidí llamar a Vicente y terminar las cosas de una vez por todas, aunque no le especifiqué mis sentimientos por Luis, tampoco quería hacerle daño, pero le dije que la relación no podía seguir porque yo ya no era feliz y que tenía que mirar por mí, él no se lo tomó muy bien, me colgó gritando que no me necesitaba. A pesar de estar pasando por una ruptura, no sentía pena, sentía alivio, como si en lugar de romper un sentimiento hubiese roto una cadena.

- 1 año después-

Las cosas habían cambiado por aquí, pero no entre ninguno de nosotros, seguíamos siendo una gran familia, pero todos nos fuimos a vivir a Madrid. Yo vivía con Luis, Roi y Cris, aunque entre nosotros aún no había pasado nada porque no me había atrevido a dar el paso de contarle mis sentimientos, y ya las parejas Amaia y Alfred, que habían adoptado un perro salchicha al que llamaron Pluto, ellos originales, Miriam y Pablo y Ana y Jadel. No nos veíamos mucho entre concierto y concierto porque teníamos mil cosas que hacer pero había llegado el día y todos teníamos que viajar hasta Barcelona para uno de nuestros conciertos.

Todos nos abrazamos en el aeropuerto y entre risas subimos al avión. Cada pareja iba sentada junta y yo.. pues yo iba con Luis.

- Te he echado de menos enana.- me dijo sonriendo como solo él sabe.

- Yo también, he echado de menos reírme de ti jo.- dije con mirada de niña buena. Y nos dimos un abrazo que esperaba que no acabase nunca.

El avión despegó, pasado un rato mientras estábamos hablando, nos tuvimos que cambiar los sitios para ensayar una vez mas las canciones y me puse con Amaia, Alfred quería dormir un poco así que Luis se sentó al lado de Roi. Yo ya no podía aguantarme más el pis y me levante corriendo para ir al baño, pero una turbulencia movió el avión y caí dentro del baño equivocado, ¿ adivináis quien estaba dentro? Sí Luis..

- Aitana si te querías declarar no hacía falta ser tan explícita- dijo riéndose.

- ¡Luiiiis! Ha sido la turbulencia.- dije sonrojándome cada vez más. Era una cabina muy estrecha y estábamos muy pegados los dos, cuando vino la azafata para intentar abrirnos, se dio cuenta que la puerta se había atrancado, y nos dijo a que esperásemos al descenso que hubiera menos turbulencias para poder salir.

- ¡No nos importa eh! Estamos muy bien aquí dentro.- dijo él mientras me acariciaba la mejilla.

- Si estamos bien.- dije mirándolo a los ojos, estaba preparándome para dar el paso...

Te esp(q)eroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora