En el cielo

1.2K 33 4
                                    

Escuchamos los pasos de la azafata alejándose, y el baño pillaba lejos de los asientos de los demás, así que vi la oportunidad de hablar las cosas.

- Luis yo.. yo estoy muy a gusto contigo y cuando estamos juntos en fin no se es como que el tiempo se me pasa volando, y no lo digo porque estemos en un avión jajajaja, pero a la vez quiero que se congele para no despedirnos.. no s..- antes de terminar la frase me puso la mano en la boca, y menos mal porque ya iba a empezar a divagar, me soltó y con una mano me colocó un mechón de pelo detrás de la oreja, y con la otra mano acariciaba mi mejilla sonrojada.

- Enana ya se lo que quieres decir, y creo que entre tu y yo ya sobran las palabras.- fue acercando sus labios a los míos lentamente con miedo a que yo no lo correspondiera, pero nada me apetecía más en el mundo, así que nos besamos.

Ya me excitaba sentir su cuerpo contra el mío, pues una vez que nuestras lenguas se rozaron no querían separarse, y a cada beso que me daba más me encendía yo, mis manos se entrelazaban en su pelo y él me levantó del suelo sujetándome contra la pared con mis piernas rodeándolo. Sentir su erección al bajar fue una llama encendida que no podía controlar.

- Quítate los pantalones Luis, necesito hacerlo ya.- dije entre gemidos mientras me recorría el cuello a besos.

- Voy pero antes voy a levantar un segundo esa falda tan bonita que llevas..- dijo con cara de pillo mientras se aceleraba su respiración.

Me había quitado las bragas, me abrió las piernas, y comenzó a lamer en círculos mi clítoris, dios ni siquiera sabía si iba a poder aguantar mucho más sin correrme.

- ¿Sigo?.- me pregunto mientras sonreía desde abajo.

- Por favor no pares.- me temblaban las piernas.

Cuando pensaba que no podía ser mejor, me introdujo dos dedos mientras seguía recorriéndolo todo con su lengua, definitivamente me demostró que cantar es la segunda cosa que mejor se le da hacer con su boca.. Le agarré la cabeza para levantarlo, quería que los dos lo disfrutásemos, le bajé los pantalones, se secó la boca con papel, y lo senté en el baño con una agresividad que no sabía ni yo misma que tenía.

Me senté encima de su miembro, dios estábamos tan calientes que los dos echamos la mirada hacia arriba cuando bajé mis caderas para meterlo del todo. Comencé a moverme primero lentamente, mientras él tenía una mano en mi culo sintiéndolo moverse, y otra mano quitándome la camiseta para lamerme y besarme el pezón.

- Dios Aitana, me voy a correr.- dijo mientras me besaba la boca e hiperventilaba.

- Yo también.- dije entre sollozos, empecé a ir cada vez mas rápido mientras le besaba el cuello, no pude aguantarme más al escuchar su respiración en mi oreja, así que estallé en un orgasmo silencioso a su oído para que los demás no nos escuchasen, y automáticamente él se corrió también dentro de mí. Nos quedamos inmóviles agarrándonos del pelo durante unos segundos y después nos besamos.

- Ha sido increíble.- dijo él mientras la sonrisa no se le iba de la cara.

- Te cuero mucho Luis.- le dije abrazándolo.

10 min después la azafata pegó en la puerta, y nos abrió para que nos sentáramos, ya que faltaba poco para aterrizar. Ambos volvimos a nuestros sitios, Alfred seguía dormido y los demás con los cascos.

- Por fin hemos salido de ahí, que agobio de cabina.- le dijo Cepeda a Roi intentando disimular lo que había ocurrido.

-Claaro agobio, eso justo, Cepeda ¿me lo parece a mí o las turbulencias las habéis creado vosotros?.- dijo Roi con una sonrisa de oreja a oreja y las cejas levantadas.

- Pero que dices hombre, solo hemos estado hablando.

- Bueno pues al parecer habéis hablado Aitana , tú y un pulpo que os atacó en el baño.- dijo refiriéndose a un chupetón que le había dejado.

- Que cabrón eres.- dijo Cepeda riéndose. Mientras yo me sentaba al lado de Amaia.

- Ya nos han sacado de ahí.

- Os ha dado tiempo a componer un disco ahí dentro ehh. ¿Le has dicho algo de lo vuestro?.- me preguntó con la ilusión de una niña pequeña.

- Hombre decir decir, mas o menos...- le dije mientras la miraba sonriéndole dejándole entender lo que había pasado.

- ALA,¿ HABEIS FOLLADO?- dijo en un tono más alto del que me gustaría, pero por suerte no le escuchó nadie.

-Amaia!!!! Sh!!- le puse la mano en la boca para callarla.

- Aitana yo te quiero mucho pero por favor después de eso no me pongas la mano en la boca, gracias, ajajjajaja- y las dos comenzamos a reírnos.

Estábamos ya llegando así que nos pusimos los cinturones y nos preparamos para aterrizar. Al llegar nos esperaba una cena de gala, de momento el día no podía estar yendo mejor.

Te esp(q)eroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora