Carta 2

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Dazai:

He decidido escribir estas cartas sabiendo que nunca las vas a recibir. No es como que vaya a buscar tu dirección para enviartelas y humillarme frente al abandono de un imbécil como ti.  Sabiendo que aunque han pasado dos semanas no vas a volver y que probablemente no te importa absolutamente nada de lo que pueda derramar aquí. 

He estado ordenando entre mis cosas, buscando deshacerme de todos los recuerdos que puedan haber de ti, me he encontrado una estúpida foto que nos tomamos luego de una misión con una organización sobrenatural. Estamos sentados en el sofá de mi apartamento, es una estúpida selfie, no sé porque la has impreso, yo estoy sonriendo, viendo a la camara con una copa de vino en mi mano derecha, mientras tu mirada está perdida en alguna parte de la habitación. La he quemado. 

¿Cómo no me di cuenta antes de que estabas junto a mi sin amarme ni un momento? ¿Te preguntarías si acabo estoy bebiendo? Claro... ¿de que otra forma podría expresar mis sentimientos hacia ti si no tuviera por lo menos tres copas de vino en la sangre?

¿Por qué jugaste tanto a pretender de que no estabas asustado de lo que vendría despues? ¿Por qué decidiste entrar en un juego donde tu y yo no tendriamos un futuro del cual aferrarnos profundamente? ¿En qué estabas pensando cuando me besaste aquella vez... aquella primera vez?

¿Lo recuerdas al menos? ¿O lo hiciste como una más de tus bufonerías?

Fue luego de que usara Corrupción para salvar nuestros traseros de una organización sobrenatural que nos superaba en número. Éramos tu y yo. Caí desvanecido en el suelo, porque no fuiste capaz de sostenerme, pero luego me tomaste, me abrazaste fuerte y susurraste: No aún. No sé que quisiste decir, pero me besaste en ese momento y yo como el idiota que soy correspondí porque pensé que había algo entre nosotros. ¡ES QUE ME GUSTABAS MALDITO BASTARDO! 

Luego de ello, siempre fue así. Besos furtivos, caricias sin una sola pizca de inocencia. Placer derramado en sábanas blancas, caminos de besos que incitaban a pecar. 

Eres un demonio y espero que lo sepas. 

Solo me hubiese gustado saber que la última noche que estuvimos juntos, fue en efecto... la ultima noche contigo. Quisiera que me hubieses tomado más en serio, que me dieras un recuerdo que pudiese utilizar, que me tomaras de la mano como los amantes lo hacen siempre, sin importar como terminar, pues, te has preguntado... ¿qué pasa si yo no puedo volver a amar...otra vez?

Chuuya


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