Nunca pretendía llegar a un sitio como este y empezar a escribir pero estoy segura de que mi historia puede conmocionar a muchos. Tanto es así que aseguro que varias personas pueden llegar a sentirse identificado o identificada.
Todos hemos pasado por una etapa de adolescencia marcada por acné, brakets y muchas cosas más.
Mi adolescencia no ha sido o está siendo una de las mejores, a la edad de menos de 8 añitos, ya los graciosos de turno, como diría mi abuela, empezaron lo que hoy se denominaría como bullying y así es, yo estaba gorda y los otros alumnos me lo hacían saber todos los días de mi vida, y si pensasteis que sólo acabó en un año, he de aclarar que el acoso no terminó hasta bien entrados sexto primaria. Consiguieron muchas cosas a raíz de llamarme gorda, no salía a la calle por miedo, no me bañaba delante de otras personas, tenía pesadillas.
¿Pero por qué yo?, ¿dónde está lo malo en ser gorda?, ¿por qué nos gusta hacer sufrir a la gente?.
Mis amigos me abandonaron, estuve un año entero sin hablar con ellos, una etapa durísima pero gracias a Dios, como mi abuela diría, salí de esa niebla.
He de reconocer que lo hice gracias a una amiga, ella me enseñó a quererme aunque luego me enseñó que realmente sólo se quería así misma.
Siempre he pensado que quererte a ti mismo es uno de los mayores logros que puedes llegar a conseguir y es una de las cosas más importantes que han de enseñar a los niños junto al respeto y educación.
Pero quererte en excesivo es como llenar al máximo la bañera, y esto es lo que le pasó a mi amiga.
Se llenó de ideas, un mar dentro de su mente y por desgracia fui la náufraga que navegaba en su vida.
¿Qué pasó entre nosotras?
Ella prefirió al novio, mi mejor amigo, me dejó estancada como las aguas de las marismas de Doñana y sentí que mi vida debía continuar, aun dando palos de ciego, pero no me podía retener.
Sufrí en su momento muchísimo, ¿pero quién no ha perdido a una amiga por el novio?
Aunque a eso más tarde se le uniría las niñerías, egoísmos, necesitaba más por su parte y yo me estaba cansando. Todo era él y yo ilusa queriendo formar parte de su vida cuando ella ya lo había hecho con él y con solamente él