Verano, ansiado verano, vacaciones, fiestas, amigos... y yo no dejaba de pensar, mi mente ya estaba acostumbrada a viajar, a dar bandazos.
Extrañaba como me abrazaba, pero eso solo sería el principio, se había ido, y junto a esta persona, mis pensamientos.
Habíamos pasado el primer junio y julio, hasta que llegó agosto.
Pero vayamos por partes, en cuanto a junio y julio, fueron los meses más bonitos, me sentía cómoda. Conocí a varios miembros de su familia, pasábamos horas y horas abrazándonos, tenía entre mis brazos un universo y no era consciente de ello.
Agosto, jodido agosto, apenas nos vimos, mis manos extrañaban todo, solo era capaz de pensar en una persona...
Pero pronto llegaría septiembre y es ahí donde a partir de ahí mi vida cambio por completo. Estaba asustada no era capaz de diferenciar amistad.
Las madrugadas perfectas donde pasaba horas y horas pegada a una pantalla, porque a veces expresamos más a través de las pantallas que a través de las miradas y para mi eso era inconcebible