Epílogo

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Es un día muy asoleado, típico de un día en primavera, me estoy dirigiendo al supermercado a comprar algunas cosas que me hacen falta para la cena que estoy preparando.

Hoy Mike y yo cumplimos dieciocho meses desde que nos reconciliamos aquella vez en Philadelphia.

Mike ya ha terminado la universidad y ha conseguido un empleo en una de las empresas más prestigiosas de Nueva York, es accionista, me siento muy orgullosa de él porque ha logrado alcanzar su meta.

Yo oficialmente soy doctora y me estoy especializando en la rama de cirugía.

Cuando tengo todo lo necesario me dirijo a caja y entrego mi tarjeta de crédito.

-Lo siento señorita, su tarjeta ha sido rechazada-  me dice la cajera, maldigo por lo bajo y saco dinero de mi cartera.

-Señorita, ¿se puede apurar, porfavor?-  reclama una voz masculina a mis espaldas, esa voz me suena vagamente familiar pero no le presto atención y sigo en lo mío.

-Muchas gracias-  digo cuando me entregan las compras.

-Para servirle, la esperamos pronto-  sonríe amablemente la cajera y yo le devuelvo la sonrisa, el hombre de atrás carraspea nuevamente, ugh, ése imbécil ya me está empezando a irritar, me doy la vuelta para preguntarle que cuál es su problema, lo primero que veo son unos ojos verdes atemorizantes que hacen que el vello de mi nuca se erize, a pesar de estar en una silla de ruedas éste sujeto refleja dominio y arrogancia, pero su rostro cambia a sorpresa.

-Jessie, eres tú?-  pregunta acercándose más a mí, mi cuerpo está paralizado, mi corazón late desenfrenadamente la verdad es que cuando estoy intentando ser felíz la vida se empeña a jugarme una mala pasada, la vida no es justa, ésto no debería estar pasando... no a mí...

-Jessie, hija mía, a caso ya no me reconoces?-  pregunta un poco dolido, no sé porqué se hace la víctima, es un maldito hijo de perra.

<<¿Porqué después de tantos años tuvo que reaparecer? >>

<<¿Porqué apareció ahora que pensé que mi vida estaba ordenada?>>

<<¿Porqué a mí? >>

Su voz sigue siendo suave como la de un depredador intentando acechar a su presa.

Cuando intento hablar mi voz suena diferente, suena extrangulada y neutral.

-Manuel?-  susurro, quiero creer que todo lo que está pasando es una maldita pesadilla.

-Padre, para tí-  recalca acercando la silla de rueda a mí, esa palabra basta para desmoronar todo mi mundo.

<<Mierda>> pienso.


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Chan chan chan...

Oficialmente llegamos al final de la primer parte.

Que les pareció?

Se imaginaron que terminaría así?

Lo lamento, pero todavía hay mucho por resolver, aún no se sabe el porqué Jess se escapó de las ciudades anteriores....

-Creo que debí catalogar ésta historia como Misterio/Suspenso-

Wajajaja, soy mala, muy mala
ggg

Nah, es mentira, soy más dulce que un limoncito verde.

Me complace anunciarles la segunda parte de ésta historia:
👇

"Hasta que tú regresaste a mi vida"

Yupi...!!!👏👏👏

Nos vemos en la próxima anunciándoles la portada...

Bye, bye...

~S.H

Hasta que tu llegaste a mi vida |Pausado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora