Capítulo I

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       ¿Para quién puede ser fácil llegar a un lugar nuevo y comenzar desde cero? Creo que a nadie. O tal vez, en mi caso, no era absolutamente fácil o algo parecido, mis únicos amigos es Sunagakure era Gaara, Temari y Kankuro, en la académica no hablaba con nadie, era muy difícil para mi establecer una conversación con una persona que es nueva para mí.

     Ya casi estábamos por llegar a la aldea de la hoja, estábamos por un sendero y rodeado de árboles, a lo lejos se veía una enorme puerta. No cabía duda, esa era.

    - Mira _____(tn) esa es la entrada a Konoha, nuestra nueva vida comienza justo ahora- Dijo Nana abrazándome, le dediqué una sonrisa tranquilizadora ya que no quería que ella notara mi tristeza.

       ¿Y si no me aceptan? ¿ Y si le creen rara? ¿ Si no doy la talla como ninja? ... ¿Si no puedo encontrar mi camino en este lugar?

    Tantas preguntas y ni una sola respuesta, estaba tan concentrada divagando y realizando interrogativas que no iba a encontrar respuesta por los momentos que en un abrir y cerrar de ojos ya nos encontrábamos en la entrada de la aldea. Dos ninjas estaban revisando nuestros permisos y otros papeles que necesitábamos para poder ingresar a la aldea, luego de ser aprobado, uno de ellos cuyos cabellos eran alborotados junto a una pequeña cinta en el puente de su nariz nos guió a nuestro nuevo "hogar".

      Las calles estaban rodeadas de aldeanos caminando, se veían bastantes tiendas y niños jugando en ellas, el aire chocaba en mi rostro y hacía que mis cabellos bailaran con él, sin contar el delicioso aroma que provenía de las tiendas de comida, esto era totalmente diferente a Sunagakure.

      Mi mirada se paseaba por todos lados, admirando todo lo que había en esta aldea, después de todo no era tan mal, mis ojos se posaron en una enorme montaña con los rostros de cuatro hombres, pude reconocer el último -  Los cuatro hokages- dije para mi misma, el clima estaba fresco, no se sentía ese calor y esa brisa con tierra que se te metía en los ojos, esto de verdad me gustaba.

      Llegamos a una parte un poco más alejada del centro de la aldea, pasamos por una mansión que me dio un poco de curiosidad, por un grupos de casas y un parque hasta que llegamos a una casa, no tan grande, no tan pequeña, este debía ser.

        El ninja se despidió de nosotros y se marchó, Nana me sonrió y metió la llave en el cerrojo para luego abrir la puerta, nuestros muebles ya estaban aquí, ya los habían traído dos días antes. Me quité mis sandalias y pase, la sala era linda, no muy grande pero era cómoda, estaba el comedor y la cocina, unas escaleras de madera y un baño al final.

     - Esto es más grande que la que teníamos en la arena- dije admirando el piso de madera y cada detalle de la cocina.

     - Es hermosa, me alegro que te guste, ahora ¿ Por qué no vas y ves tu habitación arriba?- dijo nana sonriendo, agarré mi maleta y corrí en dirección a las escaleras había una cuatro puertas, la primera era el cuarto de Nana. Era espacioso y lindo, el segundo un baño, el tercero un cuarto al parecer para visitas. Llegue al último y corrí la puerta.

    - Wow... - dije quedándome sin aliento, esta era el doble o hasta triple de grande a mi habitación anterior. Tenía un armario inmenso, había podido armar mi librero que no lo había podido colocar en mi antigua habitación por falta de espacio.

      Me acosté en mi cama suspirando, me sentía feliz, todo era demasiado lindo, me encantaba.

   - Dios, esas escaleras me cansaron un poco- dijo Nana atravesando el marco de la puerta, yo reí levemente.

    - Pues si, un poco, sin contar el hecho de que no acostumbramos subir casi ya que vivíamos en una casa de solo una planta- dije recordando nuestra antigua vivienda.

    - Si, aquí podría vivir tres familias- Dijo Nana lo cual yo reí -¿ Que te parece tu habitación? - preguntó ella sentándose a pie de mi cama.

   - Me encanta Nana, no sabes na emoción que me da, no puedo esperar a mostrársela a ....- silencio total, la melancolía había vuelto a mi, baje mi mirada a mis manos y sentí mis ojos un poco nublados.

     - Contarle... A los chicos - esto último fue más un susurro, no podía decir algo más, sebria un pequeño nudo en mi garganta. Nana al parecer se percató de lo que me estaba pasando y paso su mano por mi rostro.

    - Nena, no te coloques así, ellos se seguro estarán feliz cuando les hables de todo esto- dijo mientras me abrazaba.

   - Los extrañare demasiado - dije mientas limpiaba algunas lágrimas que se  habían escapado sin permiso alguno.

    - Muy bien, bajaré a hacer la cena, deberías de ordenar tus cosas, mañana ya comienzas tu primer día en la academia, ya casi terminas el año, así que quiero verte muy bien para mañana- dijo mientras salía de la habitación.

   Agarre mi maleta y la coloque sobre mi cama, saque unas partituras, unos libros y otras cosas ninjas y las ordene, casi todas mis cosas estaban aquí. Le acerqué de nuevo a la maleta y saque una foto, Sonreí al verla. Estábamos Temari, Kankuro y yo abrazando a Gaara, mientras la mirada de él era de fastidio, y porque no colocar esa cara? Si nosotros aveces lo sacabamos de sus casillas.

    Coloqué la foto en mi mesa de noche y me estire, mire por la ventana y aun estaba claro, luego volví a ver mi habitación — algo estaba faltando— examiné con mas cuidado sobre mis cosas.

    - Mi piano!- grite un poco alarmada y baje corriendo las escaleras, y ahí estaba, mi magnifico instrumento adornando la Sala, suspire de alivio y pase mis dedos sobre este, no sabría como vivir sin la música, el piano junto mi voz, eran un escape del mundo real en el que me encontraba.

   Primer capítulo! espero que de verdad les guste mis queridas/os lectores, no olviden votar, y dejar su comentario sobre cualquier duda

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Una Voz Incomprendida [Neji Hyuga Vs Sasuke Uchiha]Where stories live. Discover now