—Hey, hombre. ¿Ya conseguiste que salga contigo?
Esa fue la frase con la que me saludó mi amigo cuando contesté el teléfono. Reí.
—Uf, si tan solo supieras. Fue ella la que me invitó a una cita —contesté en broma. Eso no era del todo cierto, pero Marcus no tenía por qué enterarse.
—¿Qué? —cuestionó incrédulo—. Nah, ¿en serio? ¿Ella te invitó a ti? ¡No te creo!
Reí ante su desconcierto.
—Es verdad, amigo, fue la semana pasada. Me invitó a su casa y todo.
Ya había pasado una semana desde que Jan me había dejado entrar en su vida y me había contado toda su triste historia. Después de eso no había pasado ni un solo día sin que nos viéramos. Rápidamente nos estábamos haciendo muy cercanos, y eso era todo un logro si teníamos en cuenta lo cerrada que podía ser esa mujer.
—Ah demonios, ¿entonces me toca lidiar con la loca de Molly?
—Lo siento —dije sin sentirlo en realidad—. No tienes otra opción. Yo he ganado.
Me sentí aliviado de saber que la terca de mi exnovia ya no me molestaría y que ahora pasaría a ser problema de él. Me daba pena el pobre.
—Bueno, solo hablaba para hacerte saber que me iré de vacaciones con unos amigos a la playa. ¿No quieres venir? Hemos conseguido convencer a algunas chicas.
—Uh... No lo sé —respondí. La verdad era que no me apetecía ir a embriagarme y quedar inconsciente en la arena hasta el amanecer. Prefería pasar mis vacaciones con la pequeña agresiva, que con un montón de idiotas borrachos.
—Será genial —trató de convencerme.
—No lo creo, esta vez me quedaré aquí.
—¿Estás bien? —preguntó después de un segundo—. Últimamente ya casi no hablamos...
—Estoy perfecto —lo interrumpí—. En todos los sentidos.
—Ya se me hacía mucho que no sacaras a relucir tu gran ego. Un día de estos te va a explotar la cabeza —me regañó.
Hablamos un par de minutos más antes de que tuviera que empezar a hacer su maleta y luego colgó. Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina para prepararme un café, cuando mi teléfono empezó a sonar de nuevo.
Me pregunté qué quería. Acababa de colgar, así que supuse que había olvidado decirme algo importante. Regresé a mi habitación y contesté la llamada.
—¿Qué?
—Uh. ¿Hablo en mal momento?
Mi interior se volvió cálido al escuchar su voz.
—Hola, pequeña. No, no es mal momento, solo pensé que eras alguien más —contesté sintiendo la sonrisa que se iba formando en mi rostro.
Escuché su suspiro de alivio.
—Qué bien, porque quería pedirte un favor.
—Tú dirás—. Caminé de nuevo a la cocina y me senté en uno de los taburetes esperando a que disparara su petición.
—Quería saber si no deseabas acompañarme a visitar a Dean hoy. —Se escuchaba nerviosa. Podía imaginarla con facilidad retorciendo sus dedos sobre su regazo y arrugando su nariz, como hacía cuando no estaba segura de algo o se encontraba intranquila
—Me encantaría —admití.
—¿Sí? ¡Genial! Entonces pasa por mí a las cuatro —dijo, y colgó sin esperar mi respuesta.
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Rendirse jamás [PQY #1] ✔ versión 2014
RomancePrimer libro de la serie ¿Por qué yo? [¿Por qué yo? #1] «Todo en esta vida es temporal, así que si las cosas van bien, disfrútalas porque no durarán para siempre. Y si las cosas van mal no te preocupes; tampoco van a durar para siemp...