Años después de lo sucedido con Asriel, un niño llamado Frisk decidió ir al Monte Ebott.
No era una decisión suya, o tal vez si, pero cada vez que miraba el Monte Ebott se sentía atraído hacia él. Sin embargo, tenía miedo porque ya muchas personas habían desaparecido al escalar el monte, pero recordaba las historias que se contaban sobre que ahí había un portal a otra dimensión o que había un mundo lleno de criaturas increíbles, así que sus sueños y esperanzas no morían y se sentía determinado de ir hacia aquella misteriosa montaña.
Un día logró tomar la decisión de ir hacia allá. Fue fácil salir de su casa sin que sus padres se dieran cuenta, ya que éstos siempre se mantenían ocupados con el trabajo o tenían otras cosas que hacer, pero aún así Frisk los amaba. En realidad Frisk amaba a todo ser viviente, era una persona pacifista, no importaba si en la escuela lo molestaran o incluso lo golpearan, el siempre los perdonaba.
Llegar a la cima del Monte Ebott no era tan difícil, así que Frisk logró subir fácilmente antes del anochecer, y todavía le quedaba tiempo para explorar la cima.
En la cima había una cueva en la que sin dudarlo Frisk entró. La cueva era muy pero muy hermosa, tenía riachuelos, estalagmitas y estalactitas. Frisk estaba muy emocionado, nunca había visto y estado en un lugar tan maravilloso.
Siguió explorando la cueva, y le pareció ver un agujero, tal vez ese es el portal hacía la otra dimensión, pensó con algo de sarcasmo. Frisk corrió hacia el agujero pero no se fijo y tropezó con una rama, la misma rama por la que había caído Chara muchos años atrás.
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Undertale
FantasyUna historia sobre los eventos que pasan en undertale: desde la guerra entre de humanos y monstruos hasta el extraño caso del doctor Gáster.