Undertale

Las ruinas

Mientras Toriel y yo pasábamos por las ruinas me iba explicando poco a poco como era el subsuelo.

En la primer habitación había algunas baldosas y una palanca, y, para poder pasar a la otra habitación había una puerta que parecía bloqueada.

-En las ruinas hay muchos rompecabezas -dijo Toriel- para poder pasar a otra habitación y abrir puertas debes de resolverlos.

Después de decir esto Toriel pisó cuatro  baldosas y jaló la palanca, esto hizo que la puerta se abriera.

-Ven conmigo -dijo ella-.

En la otra habitación había dos canales que estaban divididos por unos puentes de madera, y además había una serie de palancas que debía jalar para poder pasar a la otra habitación.

Toriel me encomendó esta tarea a mi, lo que no fue difícil, ya que todas las palancas que debía de accionar estaban marcadas por Toriel.

Pasamos a otro cuarto, en este cuarto había un maniquí.

–Puede que algunos monstruos quieran pelear contigo –me dijo Toriel– no luches con ellos, sólo gana tiempo y habla con ellos, yo vendré a resolver el conflicto. Practica eso con este maniquí.

Me dirigí hacia el maniquí y comencé a hablar, claro que fuente un poco absurdo porque sólo era un maniquí, pero Toriel se alegró al ver que lo hacía bien.

Nos dirigimos hacia la siguiente sala donde me encontré con una rana que quería luchar, pero hablé con ella y Toriel detuvo la pelea.

En la misma sala había una trampa de pinchos, estaba emocionado, por fin cruzaría una trampa por mi mismo  pero Toriel me dio la mano y cruzamos la trampa fácilmente. Yo seguía sin hacer nada por mi solo.

–No me vayas a odiar por lo que voy a hacer –dijo Toriel con preocupación– tendrás que cruzar este pasillo por ti solo.

Después de decir esto se fue, recorrí todo el pasillo, emocionado porque creí que iba pasar algo interesante, pero no, y al llegar al final del pasillo Toriel estaba escondida detrás de un pilar.

–He estado detrás de este pilar todo el tiempo, sin embargo quería comprobar tu nivel de independencia, tengo que resolver unos asuntos y te debo de dejar aquí solo.

Por fin me dejaría solo, ya estaba harto que no me dejara hacer algo por mi propia cuenta.

–Tengo una idea –dijo ella– te daré un teléfono, si necesitas algo llámame.

Después de decir esto me dio un teléfono y se fue.

Esperé y esperé pero no pasaba nada. Después Toriel me habló diciendo que las compras se la habían complicado que la esperara otros cinco minutos.

Estuve apunto de seguir por el camino pero recordé como Flowey casi me asesina y pasados los cinco minutos Toriel me habló, esta vez me dijo como un perro le había robado la harina y que debía esperarla un poco más.

Pasaron otros cinco minutos, y recibí otra llamada de Toriel, pero esta vez se oyeron unos jadeos de perro y como la voz de Toriel se oía a lo lejos diciendo que le devolvieran su teléfono.

Ya estaba aburrido de esperar y en el camino de adelante parecía no haber nada, así que comencé a caminar solo por las ruinas.