Final.

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Mark no le dirigió la palabra en toda la noche, o eso pretendía. Porque al poco rato se le pasó el enojo y pronto estuvieron conversando como siempre.

Sin embargo, era evidente que algo importante se había revuelto en el interior de MinHyung y es que, de pronto, ya no podía soportar la idea de que DongHyuck estuviera fijándose en Johnny.

Sobretodo porque ahora los dos se llevaban bien y lo que hace unas semanas ni le molestaba, ahora lo tiene hirviendo de celos.

Así que decide cometer la peor locura que se le ha ocurrido hasta entonces.

Va invitar a salir al chico que se ha acercado a él por su hermano mayor.

Sabe que eso suena mal le mire por donde le mire. Y no parece que vaya a salir beneficiado con eso, pero decide que aun así lo intentará.

Pero, para eso, buscará la ayuda de la única persona sensata que conoce.

Moon TaeIl.

Le contó absolutamente todo al muchacho, quien lo escuchó sin emitir palabra alguna. Cuando terminó de hablar, lo miró con sus ojitos como los de un cachorro porque no estuvo bien tener la rara intención de querer separarlo de algún modo de su hermano.

— Nos dimos cuenta, MinHyung — dijo al fin el mayor. — De hecho bromeábamos al respecto. Porque, bueno, ya veo que lo de ser tontos es de familia.

Mark frunció el ceño. TaeIl se rió encantadoramente.

— Yo creo que sí, que Johnny le ha parecido atractivo a DongHyuck. Pero, vamos, eso es natural. Sin embargo, si tanto le gustaba, ¿por qué siempre estaba contigo y jamás miraba a YoungHo como si quisiera algo más?

Mark frunció más el ceño. TaeIl rodó los ojos.

— Le gustas, obviamente.

El menor se avergonzó notablemente.

— No tiene sentido eso — respondió Mark, siendo tan pesimista como siempre.

— Si yo hubiera sido DongHyuck, probablemente hubiera buscado pasar más tiempo con YoungHo que contigo. Pero no fue así. Piensa al respecto.

MinHyung suspiró, era joven y en el fondo se alegraba de escuchar eso. Le gustaría gustarle a DongHyuck. Creyó que quizá no sería tan horriblemente rechazado si se declaraba.

Además... Se habían besado, ¿no?

Los pasos de MinHyung lo guiaron hasta la casa del muchacho. La primera que le atendió fue su hermana, pero le dijo que llamaría a su hermano mayor y que lo esperara allí.

Cuando la puerta se cerró nuevamente, se dio cuenta que no había elaborado ningún plan. Porque todo el camino se la había pasado soñando despierto con la idea de ser correspondido.

DongHyuck atendió, bastante sorprendido de ver al canadiense parado en su puerta con las manos tras su espalda.

— ¿Quieres pasar o vienes a decirme algo rápido? — preguntó, un tanto contrariado porque ni siquiera le había mandado un mensaje antes.

Entonces, Mark estiró su mano hacia él, enseñándole una florecita azul.

DongHyuck soltó una carcajada.

— Mi mamá te va a matar si se entera que arrancaste una de sus flores.

La expresión de pánico de Mark hizo que DongHyuck volviera a reírse.

— De cualquier forma, me estaba preguntando, ¿dices que esta flor le gustaría a alguien?

DongHyuck, quien estaba por tomar la florecita, se detuvo. Un tanto confundido, asintió.

— Porque pensaba dársela a la persona que me gusta.

Mark se tomó unos segundos para analizar las miles de emociones extrañas que atravesaron el rostro del chico frente a él, una tras otra.

— Yo creo que le gustará — dice al fin, apretando sus labios al terminar su frase. Repentinamente no tan risueño.

Mark sonríe suavemente y estira la flor en dirección DongHyuck.

El castaño la mira, luego a MinHyung y de nuevo a la flor. Entonces se detiene en la sonrisa sincera del muchacho frente a él.

Así que toma la flor.

Da un paso hacia atrás y tantea el bolsillo de sus pantalla de entrecasa. Entonces saca un papelito de color amarillo.

— Pensaba darle este papelito a la persona que me gusta, ¿dices que le gustará?

— Yo creo que sí.

Entonces MinHyung toma el papelito que le entrega el castaño y cuando, lo desdobla, es una lista de cosas que debe comprar en la tienda de convivencia. Por lo que se ríe.

DongHyuck se inclina para poder murmurar.

— De hecho no te la puedes quedar, todavía no he ido a hacer las compras.

— No es justo. Tú tienes una flor robada del jardín de tu mamá. ¿Yo que tendré si no tengo tu lista de compras?

DongHyuck hace una mueca pensativa, luego le hace un gesto para que se acerca y Mark sube el peldaño que lo separa del muchacho, parándose muy cerca de él.

Por lo que, luego de mirar hacia dentro de su casa para asegurarse de que no haya moros en la costa, DongHyuck levanta un poco su cabeza, lo suficiente para besar los labios de Mark.

— Puedes tener eso. Todas las veces que quieras, pero, por favor, no le robes más flores a mi mamá.

celestina millennial / markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora