William
Abro los ojos lentamente, la imagen de un techo blanco se va aclarando. Me siento sobre la cama, veo alrededor una pieza amplia, llena de muebles rústicos de madera, grandes armarios, una alfombra de terciopelo rojo en el medio y lamparas de cristal.
-¿Dónde estoy?-. Me paro de la cama, ya no siento un peso al tener que levantarme, doy una mirada hacia abajo observando mi cuerpo, no eran las mismas piernas gordas, ni la panza ancha, era un cuerpo flaco pero musculoso. Me sorprendo y un fuerte dolor golpea mi cabeza. Había recordado todo lo del pacto. Busco un espejo en el cuarto y lo encuentro en un escritorio. Miro en el y me asombro al ver un chico completamente diferente, eran ojos asiáticos pero lindos, no eran ni muy achinados ni muy grandes, con un fuerte color negro, una nariz perfilada y un pelo negro liso, que cubría parte de la frente. Muy diferente a antes.
Decidí inspeccionar la casa para hallar respuestas. Al salir veo un pasillo amplio con muchos cuartos, llegue hasta el fondo del mismo y al girar se hallaba una gran escalera que daba hacia un amplio salón, que debía ser la entrada. Bajo y me cruzo con el hombre que me había ofrecido el contrato.
-Veo que has despertado. Esta es tu nueva casa. Como veras, ya no posees el mismo cuerpo y no tienes cualquier cuerpo, ni eres cualquier persona ahora, digamos que eres como un Semi-Demonio. Tienes fuerza y resistencia sobrenatural, puedes controlar a las personas, no te enfermas, bueno varias cosas que irás descubriendo. El trato es muy simple quedan 18 días antes de la primer luna llena, para ese entonces habrás conocido tu cuerpo, y tendrás que matar a una persona en un ritual. De mientras disfruta la vida que nunca has tenido, pero sin que nadie descubra quién eras ni quién eres. Ten- saca una tarjeta dorada y me la alcanza- con esto podrás comprar lo que quieras, cuando quieras. Te recuerdo, las personas que matarás en un principio seran aquellas que te han llevado al punto de querer suicidarte, asi que seguirás asistiendo al colegio que ibas. Hasta pronto- sacude su mano y un humo negro desvanece su cuerpo.
Yo seguía impactado, pero esta nueva vida me estaba gustando.
¿Con qué super fuerza eh? Formo un puño con la mano y lo golpeo contra la mesa de madera de dos metros de largo que se hallaba en la sala, la cual queda partida en dos. Nada mal.
Prendo la gran pantalla de más de 60 pulgadas del living. Era sábado, 15:00 hs de la tarde. Pues era momento de salir y usar esta tarjeta.
Tenía puesta la ropa del hospital aún. Podrían haberme cambiado, tantos poderes sobrenaturales y ni eso pueden hacer. Salgo fuera de la casa y me quedo asombrado al verla, era una mansión gigantesca. Las paredes de blanco, ventanas que brillaban, una gran fuente de agua con una estatua de un ángel y rejas negras al frente. Busco en mi bolsillo y efectivamente tenía las llaves, un documento de identidad y un teléfono.
Cierro la entrada. Saco mi documento, ahora era Alexander Lee, 18 años. Nada mal. Veo mi telefono, un iphone X, si que se lucieron. Mi único contacto agendado era "666", muy redundante.
Por suerte la mansión quedaba en el barrio en el que vivía antes, conocía las calles, y sabía donde quedaba el shopping, al cual no solía ir, ya que no me daban plata, o la gente simplemente me veía discriminatoriamente.
Al llegar muchos y muchas me miraban, podía escuchar lo que decían aunque apenas esten susurrándolo, debía ser una de las habilidades nuevas, muchos hablaban de mi apuesta apariencia y otros sobre si me escape del hospital.
Entre a la primera tienda de ropa que vi, una de las más caras y conocidas de la zona. Ahora que tenia buen físico podía usar lo que quisiera.
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Pacto con el Diablo (Gay)
FantasyWilliam es un adolecente de 17 años, al cual podemos catalogar como el típico "gordo", "nerd", "tonto", "feo", "payaso de la clase", estos y muchos más adjetivos de los cuales nadie estaría orgulloso. Pero una noche, queriendo acabar con su miserabl...