Capitulo 25

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Nico

Ya no queda mucho tiempo.

-Es muy poderoso, se va a dar cuenta seguro-. Tomo un poco del trago que tenía en la mano.

-Es imposible, no creo que sospeche de ti-. Miro al suelo desconcertado. No es ningún tonto.

-Él...es el Alma de Diamante- se queda impactado.

-¿Él es el Alma de Diamante?- asiento.

-Te digo que no es un humano cualquiera, él esta al nivel de los dioses-.

-¡INSOLENCIA!- grita a lo que instantáneamente tiro el vaso y me arrodillo ante él- Él no es ningún dios ahora, yo soy un Dios-.

-Sí Amón-Rá-. Agacho la cabeza, aunque muy por dentro sé que mi padre es uno de los dioses más debiles que hay. Proveniente de una gran mitología olvidada, como la nuestra, la egipcia.

Sus fuerzas son inútiles, la mayoría de nuestros dioses reposan esperando energía nueva. O gente que la alimente pero ya estan muy olvidados.

-Ven querido hijo, perdono tu ignorancia- apoya su mano en mi rostro- ocul provucus- su bendición como Dios de lo Oculto y el Sol me ayudaban a mantener discreta mi escencia de semi-dios.

-Yo Padre, lograré que seamos los más fuertes, conseguiré el suficiente poder para despertarlos a todos y conseguirles cuerpos divinos-.

Mi padre asiente con una sonrisa en su rostro, aunque estoy seguro que por dentro ambos pensamos que es casi imposible en el estado que estamos. Vuelve a su sarcófago a descansar su cuerpo.

Estoy seguro que con el poder de Alex y más aún cuando despierte, seré capaz de traerlos a todos, pero...¿cómo?.

El no es malo, no quisiera traicionarlo o utilizarlo pero, la familia es lo primero.

Soy el primogénito viviente del mayor Dios de mi familia. El resto ni tuvo la suerte de tener hijos o el poder para mantenerlos con vida. Entre unas que otras guerras y persecuciones entre dioses, los obligaron a todos a vivir encerrados en sarcófagos. Ocultos, descansando y esperando. Yo soy todo lo que queda del poder de mi padre y me temo que no podré.

Abro un portal devuelta hacia la mansión.

-Chicos bajen a cenar- escucho la voz de Alex.

Me veo en el espejo. Parece que la bendición esta activa. Sino se vería mi apariencia real, el aura de semi-dios, mi pelo dorado en vez de blanco, las pequeñas plumas en mi piel.

Bajo por las escaleras y me cruzo a Athar en el medio, tenía la mirada medio nostálgica. Un pelo negro estaba apoyado en su hombro.

Cruzamos miradas. Ninguno dice nada.

Parece tener una vida muy difícil.

Como si cada día fuese un infierno para él.

Nos sentamos en la enorme mesa donde habían varios platillos de difentes tipos de carnes, guarniciones, muchos de otros países.

-Vaya, ¿mi chico cocinó todo esto?- Thaison lo mira encantado a Alex.

-Sí- el asiente ruborizado. ¿Por qué miente? Es obvio que fue algún  conjuro, no creo que haya hecho tantos platos el solo, le tendría que haber llevado todo el día.

Me quedo congelado ante la mirada penetrante de Alex sobre mí.

Estaba fusilandome con la mirada. ¿Habra leído mis pensamientos? ¿Tiene tanto poder? Yo no soy un alma cualquiera.

Athar me hace una señal para que mire hacia el techo. Cierto... estaba su familiar Amaud, el puede escuchar los pensamientos de casi cualquier ser y obviamente transmitirselos a su amo.

-Sí Nico, estuve cocinando todo el día. Es mi festín de bienvenida, el resto de platos seguro sean con conjuros-. Nos sentamos a comer en un aire medio tenso que se va aliviando con el tiempo.

-¿Deberíamos fijar un objetivo no?- comenta Athar en el medio de la cena.

-¿No los tenemos ya? Liberar a Ethan, vengarme de los que me lastimaron, evitar la Guerra Santa, me parece que son demasiados ya y no tan fáciles-. Alex sonríe ante la conmoción de Athar.

-¿Vas a salvarnos?- dice con los ojos aguados y sus dos manos cubriendo su boca. Todo un drama queen.

-A pesar de que Ethan haya sido una de las grandes razones del por qué sufrí tanto, decido perdonarlo, ustedes también sufrieron mucho-. Alex se para, rodea la mesa y se acerca al rubio- si puedes- dice a la vez que extiende ambos brazos al costado. Se dan un fuerte abrazo.

¿Me ayudará a mí?...

Voltea a mirarme- ¿En qué?-.

Ocul ments. Casi me descubre. En adelante tendré que hacer este hechizo seguido, de lo contrario sabrá que le mentí.

-En preparar un rico postre para tan rica cena- le sonrío relajado.

-Ah sí-. Vuelve a sentarse en su lugar.

-Por cierto, ¿cuál es tu objetivo Nicolás?- Thaison me pregunta directamente.

Trato de mantenerme lo más calmado posible. Pero la aceleración en mi corazón era notoria.

-Fue enviado para ayudarnos, lo envió el Rey Astaroth- responde en mi lugar Athar.

Le agradezco con la mirada mientras una gota de sudor frío cae sobre mi mejilla derecha.

Todos continuan con sus cosas, espero no haber levantado sospechas.

-Bueno me voy retirando, muy rico todo pero ya me llene-.

-¿No te quedas para el postre?- dice Alex mientras levantaba la mesa.

-No creo que me entre nada más- me río y me voy retirando.

Subo a mi cuarto deseando no haber sido muy obvio.

Me quedo metido en mis pensamientos.

Soy débil, traté de negociar con los infiernos y otros dioses buscando poder y nadie me ha apoyado. Todos saben que se viene una Gran Guerra y tratan de conservar todos sus recursos.

*toc toc*

Escucho la puerta sonar.

-Adelante- veo a Alex pasar y me quedo atónito- ¿necesitás algo?- digo tratando de mantener la calma.

-¿Recuerdas cuando nos conocimos? Dijiste que tanto poder era peligroso, que no estaba bien. Luego no lo volviste a mencionar. Estabas tan asustado, pero ¿ya no lo estás?. Cada día tengo más poder y cada día todo es más peligroso y aún así no dices nada-.

Cierra la puerta y se queda en frente mío.

Recuerdo ese día,  planeaba asustarlo para negociar y poder quedarme con su pacto. Fue en vano.

-Te traje a mi hogar, te protegí con mi vida, te dí mi confianza, ¿y aún así me quieres engañar?- ya me estaba costando tragar saliva, mi pulso se aceleraba y mi cuerpo empezaba a temblar. Se dio cuenta- ¿ocul ments? ¿En serio? ¿Pensaste que no me daría cuenta que de la nada dejaste de pensar?-.

Me pone de rodillas con la mirada y toma mi cara con su mano apretandola.

-Ya no estoy para juegos, me vas a contar todo, por las buenas o por las malas-.

Pacto con el Diablo (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora