S K Y L A R

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-¿Dónde tienes pensado hacer la fiesta, Scarlett? -le preguntó Aria.

-Tenía pensado hacerlo en la casa de mis padres, se han ido de viaje por negocios y no volverán hasta el sábado. -Por lo que Sky me había contado, los padres de Scarlett se habían hecho tremendamente ricos, gracias a las ganancias de su empresa. Se iban de viaje de vez en cuando, pero solo cuando tenían que hacer tratos con algún pez gordo. Scarlett no le importaba, es más, le encantaba ir de capital en capital y liarse con la hija (o el hijo) de un millonario, para que así convenciera a su padre de que firmara un trato con los suyos. De hecho, en el viaje a Florencia también convenció a la hija de otro millonario para que firmara con sus padres, y se hubiera ido de viajes con sus padres, otra vez, pero este no tenía descendencia- Si queréis podemos ir allí y preparar las cosas para esta noche -todos asentimos y nos subimos en el coche de Ethan. Yo me senté de copiloto y reparti gafas de sol a todo el mundo.

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La casa de Scarlett era una mansión con todas las letras. Solo el salón ya era más grande que la casa de mi madre, y el baño era más grandes que mi habitación.

Nada más entrar, después de pasar por el enorme recibidor, Scarlett se dejó caer en el enorme sofá:

-Como hechaba esto de menos...

-¡WOW! Tu casa es...

-¿Enorme? -Ethan interrumpió a Aria.

-¿Gigantesca? -yo hice lo mismo.

-¿Tan grande que podría ver desde el espacio? -dijo Sky.

-JA. JA. JA. -decía Scarlett des del sofá. Aria reía tímidamente.

-¿Dónde tienes pensado hacer la fiesta exactamente? -le pregunté.

-En la sala dónde celebramos todas las fiestas. -se levantó del sofá- Seguidme.

Nos llevó a una sala enorme con el suelo de mármol y lámparas arañas colgadas en el techo. También tenía un mini bar y un escenario, no muy alto.

-La madre del cordero... -me quedé boquiabierta al entrar en la sala.

-Pero si parece un pabellón olímpico -dijo Aria.

-No es para tanto... -nos contestó.

-No si eres un gigante.

-Pero Scarlett es enana -dijo Sky, Scarlett la fulminó con la mirada.

-Mejor cambiamos de tema... -dijo Ethan.

-Esta bien, yo llamaré a un catering para que nos traiga la comida y las bebidas, vosotros corred la voz sobre la fiesta. -Invité a Dylan, Owen, James y Gia. No conocía a mucha gente, y la más de la mitad o bien viven en Daily City, o en Nueva York.

Mientras ellos seguían enviando mensajes y hablando por teléfono, yo me acerqué al enorme ventanal, que ocupaba casi toda la pared. Las vistas daban al patio trasero, había una piscina de medidas considerables, un pozo tapado y decorado con flores.

Sky se acercó a mí y me abrazó por la espalda.

-Bonitas vistas, ¿verdad? -me preguntó y me dió un beso en hombro.

-¡EH, TORTOLITOS! -gritó Scarlett- ¡Venga, que tenemos que preparar una fiesta!