Narra Gaia.
Ahora estamos en el carro, de camino al centro comercial. Es un intento fallido de mis padres por querer hacerme una fiesta sorpresa, pero no me quejo, son muy lindos y tiernos conmigo. Sé que me quieren demasiado, pero a veces me gustaría que me trataran como si fuera un poco más grande. Por ejemplo, ese hombre que se pasea quinientas mil veces en frente a nuestra casa, día y noche, y no solo en casa, sino que también cuando voy al colegio, a veces está ahí. Yo sé que mamá y papá no les gusta hablar de eso, les molesta bastante, y por eso no les he contado que está en el colegio también. A veces en el parque, en el centro comercial y hasta en casa de mis amigas me siento observada y es aterrador. Antes que apareciera él, recibía llamadas y cuando contestaba solo se oía la respiración fuerte y clara, y de fondo yo hablando por teléfono. Cuando se lo comenté a mamá, dijo que posiblemente fuese una broma de algún amigo pero yo nunca lo creí así.
– ¿En qué piensas? – me preguntó mi padre sacándome de mis pensamientos.
– Nada.
– ¿No estás muy callada?
– No.
Papá rió y volvió a mirar hacia la carretera.
Mi celular sonó en tono de que un mensaje había llegado y decidí mirarlo después de asegurarme de que mi padre no estuviera espiando.
‘’Feliz cumpleaños, Gaia. Pasa un hermoso día. ’’ Muy amable, pero el número era privado.
‘’gracias. quien es? ’’ Escribí para luego pulsar enviar.
No recibí respuesta alguna. Cuando llegamos al mall, dimos unas cuantas vueltas, me compraron ropa, zapatos y un cono de helado. Mi padre no mencionó al hombre en todo el recorrido, pero supe que estaba pensando en él ya que yo también lo vi esta mañana desde la ventana de la cocina. Ya que mi padre no pensaba mencionarlo lo hice yo:
– ¿Ustedes conocen al hombre? – dije intentando fingir que no era importante.
– ¿Qué? – definitivamente estaba pensando en él.
– Sí, el que se pasea por el frente de casa…
– No, y de hecho a tu madre y a mí nos gustaría que evitaras salir si está el, o si lo vez, quedarte lo más lejos posible. Nadie lo conoce y podría no ser de fiar.
–Claro. – Miré por encima del hombro de papá y el corazón me dio un vuelco. A lo lejos estaba el hombre sentado con una botella de Coca-Cola y en cuanto vio que lo estaba mirando, levantó la botella en seña de brindar y bebió de ella.
– ¿Sabes, papá? Creo que deberíamos irnos. – dije tratando de disimular el temblor de mis manos.
– Mm– mi padre miró el reloj y luego sonrió. – Claro, vamos. Tomó las bolsas de las comprar y nos dirigimos al auto.
Cuando llegamos, papá me tendió una venda y me dijo que me tapara los ojos, en seguida salió del auto y lo rodeó para abrirme la puerta. Su entusiasmo era notorio.
– ¡SORPRESA! – gritaron todos los invitados al llegar al otro lado del jardín.
Claramente fingí estar muy sorprendida aunque no fue del todo mentira y luego comencé a saludarlos uno por uno y a decir las típicas frases, tipo: ‘’Gracias por venir. ’’ ‘’Que linda sorpresa, gracias. ’’ ‘’Me alegro de que hayan venido, gracias. ’’ ‘’Gracias, gracias, gracias. ’’ Y por supuesto agradecer a mis padres por el hermoso intento de todos los años.
Ahí estaba Fran, mi tía, y Harry, con su hija Jessica, era unos años y algunos meses mayor que yo pero era una prima genial; después estaban Fer y Liam con sus hijos Eric de 16 años y Lia de 14; algunos de mis compañeros del colegio también se encontraban ahí y claramente familiares y amigos de mis padres. Solamente faltaba una persona, Alex. Compañero de clase tres años seguidos, sí, me gustaba pero que no estuviera ahí era algo extraño.
Volví al carro ya que había olvidado mi celular. No había nadie en la calle y era bastante temible. Al cerrar la puerta del auto y meter mi celular en el bolsillo del jean, unas manos me taparon los ojos y la boca para después arrastrarme hacia el lado izquierdo de la casa en donde había un muro con muchas plantas, árboles y arbustos.
*¡Hola! Hasta mañana no subiré el capítulo 3 aunque lo tenga ya escrito y guardado. Estaré dedicando los siguientes capítulos al primer comentario. VOTEN, VOTEN, VOTEN. *
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Happily Segunda Temporada
Roman pour AdolescentsTal vez el título no es el más adecuado para esta segunda parte, pero, ¿cree alguien aquí en los finales felices? ¿Qué harías tú si tu hija es seguida por voces susurradas, asustada con llamadas de desconocidos y hasta molestada con cartas dejadas...