Capítulo 10

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De camino a casa de Alex recordé la nota que habían dejado en mi habitación. Estaba firmada con una Z y recuerdo haber escuchado mencionar a un tal Zac o algo parecido en una conversación que tuvimos una noche mientras cenábamos en familia, una conversación de personas molestas en la vida de mis padres. Tal vez si buscaba en algún anuario lo encontraría, pero no podía dejar que mis padres supieran de esto. Mi padre y el señor Marshall, papá de Alex, habían estado juntos en la universidad, así que él debería tener el mismo anuario.

– ¿Cómo dices que se llamaba? – preguntó Alex refiriéndose al nombre de la conversación.
– No lo sé, Zac tal vez. No me acuerdo. Pero estoy segura de que era algo con Z.

Duramos bastante ya que eran quinientos graduados ese año y había varios Zac’s pero todos los nombres que encontrábamos que llevaran una Z al inicio los apuntamos en una hoja un poco arrugada junto al apellido para luego buscarlos en internet o en facebook. Se estaba a punto de acabar el anuario cuando un nombre brilló en el libro como si alguien le hubiera puesto un foco encima para que fuera notado. ¡Zayn!
– ¡Alex! ¡El nombre no era Zac, siempre fue Zayn! ¡Ya lo recuerdo! ¡Era Zayn el nombre de la conversación! ¡Zayn, Alex, Zayn! – dije poniéndome de pie y chillando como demente.

Por el escándalo que había hecho, el padre de Alex se asomó viniendo a ver qué había ocurrido.
– Papá, ¿el nombre Zayn te dice algo?
El señor Marshall se lo pensó por algunos segundos y luego habló. – Sí, claro. Era un compañero de la U. ¿Por qué?
– ¿Cómo era? Digo, ¿conocía al padre de Gaia?
– Uf, sí. De hecho eran mejores amigos pero luego ocurrió algo y… no lo sé, dejaron de serlo.

Miré a Alex con una sonrisa satisfactoria.
– Alex… Lo tenemos.

El padre de Alex ya se había ido y por suerte no hizo preguntas y tampoco notó que nosotros estábamos husmeando su anuario.
Ahora estábamos buscando en la laptop de Alex, en facebook, a Zayn Malik. Me sorprendió que lo encontráramos tan rápido.
–  No me creo que lo halláramos tan fácil. Busca en donde vive.
– ¿Estás segura que es él?
– Nuca he visto la cara del loco, siempre lleva anteojos puestos o un sombrero o gorra que tapabe media cara, pero debe ser él, la constitución corporal es parecida.
– Estás realmente loca. ¿Sabes cuantos tipos con la misma constitución existen en este país? – dijo Alex mirándome como si fuera idiota.
– Sí, sí… bueno ahora busca en donde es que vive.
Alex movió el mouse un poco y luego habló.
– Aquí dice que en la calle Nickmore. Yo sé donde está. Es como a unos cuarenta minutos caminando.
– ¿Y en bicicleta? – pregunté con cara de psicópata.
– Oh, no. Ni pienses en que vamos a ir a…– dijo en tono acusador.
– Bien. Iré yo sola.
– Ni lo pienses, vas conmigo.
Sonreí vencedora y hablé. – ¿Qué materias te tocan mañana? 
– Nada de importante… ¿Por qué?
– Perfecto. Prepárate para ir a visitar a Zayn.

A la mañana siguiente fingí que era un día cualquiera. Me desperté, me bañé, bajé a desayunar, subí a lavar mis dientes, tomé mi mochila (solo que esta vez no llevaba ni un solo cuaderno) y salí de mi casa. Me subí a mi bicicleta y fui hasta el parque que se encontraba a unas dos cuadras en donde Alex me estaría esperando como habíamos acordado.
– ¡Hola! ¿Listo para la diversión? – pregunté sonriente.
– Seguro… Solo espero que nadie se entere de esto.
– Descuida. No lo harán.
– Es muy temprano todavía para ir a casa de alguien. No creo siquiera que esté en casa. Debe estar trabajando o algo. ¿No? – preguntó Alex mirando su reloj.
– Exacto. – dije con una sonrisa cómplice. – Eso mismo es lo que necesitamos. Que no esté en casa hasta dentro de unas horas.

Alex y yo estuvimos andando en bicicleta hasta llegar al frente de una calle sin salida. Había varias casas todas iguales, ni lindas ni feas. Se notaba que la persona que vivían ahí no lo hacían acompañadas ya que eran bastante pequeñas y de un solo piso. Todas las casas tenían un número diferente en la columna derecha. Ninguna estaba pegada a la otra. Todas tenían un muy pequeño patio a cada lado que llegaba hasta el fondo de la casa, por el cual uno de nosotros hubiera podido entrar sin problema.

–Ok, hasta aquí llegamos.  No tenemos ni la menor idea de cuál casa es y hay tipo cincuenta iguales. – dijo Alex señalándolas.
– No lo creo. Lo único que haremos es tocar una puerta cualquiera y preguntar por Zayn Malik. De seguro que sabrán cuál es la casa. Pero es muy temprano aún. Debemos esperar tipo una hora más.
– Y, ¿qué quieres hacer?
– Podemos ir a buscar una cafetería o algo… Vamos. – dije y comencé a andar en dirección contraria.

A tres cuadras de la calle de Zayn había un pequeño puesto en donde vendían café y repostería. Alex compró dos chocolates calientes y algunas galletas, luego fuimos a un pequeño parque público que había al frente. Buscamos unas bancas que no estuvieran cagadas por las palomas y nos sentamos en ellas.

Desde la vez que Alex me había besado, no había vuelto a mencionar ni una sola palabra sobre el tema. De hecho, ahora que estábamos los dos solos, no hablaba con naturalidad.

*Pasó demasiado tiempo desde la última vez que subí un capítulo y pido disculpas, ah. Espero que les esté gustando la novela. Les aviso de una vez que no creo que la haga muy larga ya que después de muchos capítulos me resulta tedioso inventar tramas que arruinan la historia... 

Dejen sus comentarios y dedicaré el próximo capítulo. Por fa no me abandonen, por más tiempo que deje abandonado wattpad siempre volveré, lo prometo. *

Happily Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora