Capítulo 10

31 5 0
                                    

Emily POV'S:

–Andas como sorda Emily .

–¡cállate!– le digo fingiendo estar molesta.

Nos reímos.

Adoro demasiado a este idiota.

–Joseph..

–¿si?.

–quería pedirte disculpas por lo que te dije ese día.

–Nah...déjalo estar.

– lo siento.

–Descuida.

–vale.

–Emmm...¿Emily?.

–¿mm?.

–¿quieres...

¿ser tu novia?
No, no puedo, estoy enferma.

–no empieces– lo interrumpo.

–¡No!, no es eso, solo quería decirte si quieres salir a comer algo, quizás un poco de aire te haga mejor.

–Amm vale.

–Te espero en la sala.

Joseph POV'S:

Susana me ofrece más jugo de mora y es imposible negarme.

Sabe delicioso.

–¿Nada que consigues novio?–le pregunto a Susana intentando molestarla.

–¿y tú nada que logras ligar a mi hermana?

Okey, okey

No aguantas recocha

–¿te da miedo decirle que sea tu novia?

–¡claro que no!

–jajaja

–No te burles Susana.

–JAJAJAJAJAJA

–Ya parale pendeja

–¿me llamaste pendeja?

–¿eres sorda acaso?

–No te daré más jugo y...–saca un paquete de la nevera– tampoco te daré de estas deliciosas galletas.

Maldita niña malcriada.

–Okey, esta bien.

Emily POV'S:

una hora después...

–¿qué quieres comer?–Me pregunta Joseph.

–pizza

Joseph me queda mirando con los ojos muy abiertos.

–¿tengo algo en la cara o que demonios?

–No

–¿Entonces?

–que es extraño que pidas comida chatarra.

Joseph tiene razón, pero llevo como tres dias sin querer comer bien y la verdad es que tengo demasiada hambre.

–¿cómo la quieres?– me pregunta

–ni idea..¿ tú cual prefieres?

– champiñones.

–Entonces que sea de champiñones.

–¿y qué tomarás?

–¿tienen botellas de agua?

Joseph le pregunta a la señora que lo atiende.

–Si tienen

–entonces traeme una pepsi

–pero...

–solo quiero comer.

Después de comerme dos pizas con gaseosa, un par de alitas de pollo y una donald Joseph y yo nos diriginos a un parque y nos sentamos en el césped.

–te dará daño de estómago–dice Joseph con risa maliciosa.

–lo sé.

–tu cuerpo no está acostumbrado a tanta basura.

–lo sé.

–solo te digo que apenas ayer lavé el auto.

–si no te callas...

–Okey, está bien – me interrumpe dándome un leve codazo.

Uff comí demasiado.

Soledades IgnotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora