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Tu recado para ella, gracias:

Diría millones de cosas más, pero prefiero guardarlas y dejarlo en estas.

Hola Hermosa Mía,
te escribo esto por que quizás decirlo en mensajes no cause efecto en ti, y es tonto pensar que escribirlo aquí lo hará, pero no pierdo nada con intentar y no es mi intención.

No solo lee...recuerda...

¿Recuerdas cuando nos pasábamos horas bromeando en el grupo de messenger? ¿Cuando éramos la sensación en el?

¿Recuerdas cuando pasábamos horas en las noches hablando tonterías?

¿Recuerdas cuando me contaste tu historia?

¿Recuerdas aquellas horas de carcajadas locas en la escuela o en tu habitación?

¿Recuerdas la felicidad antes de todo...?

¿Recuerdas todo lo que sentiste...?

De seguro no...

Pero yo sí la recuerdo como si apenas hubiera sucedido ayer. Recuerdo cada palabra y las emociones a flor de piel.

Te confieso que: Yo aún siento todo aquello.

Aún río a carcajadas con tus mensajes. Aún me da nervios y emoción escuchar el tono especial de tus mensajes.

Aún amo ver tu apodo en mis mensajes y notificaciones. Aún adoro tu molestia al yo criticarme.

Quiero...que me perdones. Que me perdones por quererte como lo hago. Que me perdones por haber deseado encontrar amor donde nunca lo hubo.

Perdóname por soñar contigo y anhelar hacerte la chica más feliz del mundo.

Perdóname por mi corazón haberte elegido como la dueña de él.

Perdóname por amarte.

Me pides que me supere. Que siga adelante y que no me deje caer por que es de cobardes.

Pero lo que nunca fui capaz de decirte...

Es que ya tú habías logrado que yo hiciera eso. Quizás por eso me derrumbe tanto con tu solo y frío mensaje.

No sabías que me había vuelto la chica más sonriente de la escuela...

Que ya no tenía que dormir en el día por que...me sentía bien...

Tampoco sabes que comía más...

Que me preocupaba por mi, que estudiaba y ayudaba...

Que vivía...

Gracias a ti...

No sé si esa es tu idea de superación. De seguro me llevarás la contraria como siempre. Pero te puedo asegurar que sea o no sea. Eso era lo que me hacía sentir bien.

Tú me hiciste feliz, me hiciste creer, soñar, querer algo más que solo morir.

Pero eso no importa. Lo que yo quiera a mi me vale y lo sabes. Me importas tú y lo que tú quieras.

Y eso...obviamente no soy yo.

En un comienzo cuando te fuiste me dolió horrible. Pero solo me preocupaba por que estuvieras bien, por que estuvieras a salvo y nada más.

Fue entonces cuando me di cuenta de que no era un simple cariño el que te tenía.

Pero sé que todo había cambiado. Que ya no era lo de antes y que por más que lo intentemos...nunca volverá.

No creas que no deseo intentarlo. No me juzgues por rendirme. Pero amor, enamorarse no es algo que puede forzarse.

Intentaría mantenerte a mi lado para que esa felicidad que tenía contigo continúe. Pero no hermosa, mi felicidad es la tuya y si la tuya no está a mi lado prefiero alejarme y dejarte el camino libre.

No me importa si te tengo que ver feliz con alguien más.

No me importa si eres feliz siendo mi amiga.

No me importa si eres feliz con un chico o con quien sea.

Yo siempre seré feliz, por que tú seas feliz.

No te preocupes por mi, que yo estaré bien.

Es por eso que tomé esta decisión. Por que de nuevo, estoy pensando en ti amor.

Renuncio a...mis sentimientos por ti...

Renuncio a luchar por ganarme tu amor...

Renuncio a buscar algo que no existe...

Renuncio a tenerte atada...

Renuncio a forzarte...

Renuncio a...amarte...

Después de todo si eres    Mi Amor imposible...
     
  Y aunque decirlo me parta el maldito corazón y me duela como el mismo infierno. Aunque las lágrimas quemen y el dolor sea eterno.

        Hermosa Mía
 
        Renuncio a ti

"Estragos de una Mente Suicida" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora