Butterfly [Park Jimin] +18

//2

Toda la noche había estado mirando esa tarjeta de cartón con el número apuntado en letras negras bien marcadas. No estaba segura de éso, no estaba segura si hacerlo sería lo correcto.

Pero había un lado que se sentía curiosa sobre que pasaría si marcaba, mi hermana había dicho que me complacerá en lo que quiera, pero no especificó en que ámbito. Tenia una idea de lo que le pediría. Había dicho que ellos te cuidan y se cuidan, que seria como tener un novio sin serlo de verdad, era extraño.

Me levanté de la cama y busque mi teléfono a tientas, la luz de mi habitación era muy poca, pues aún era de madrugada y mis padres seguían durmiendo. Me apresuré hacia el baño y me encerré ahí, me senté en la bañera. Marqué el numero con dedos temblorosos, y me pegué el teléfono a mi oreja.

Un timbre, dos timbres, tres timbres...

--¿Diga?--

La voz detrás del móvil me hizo estremecer, era baja y suave. Casi infantil.

--Ah, yo, disculpe-- tartamudeo varias veces por lo nerviosa que estaba.-- Quería saber sí... ¿usted tiene citas disponibles? --

¿En serio había dicho eso?  Bueno, no se me había ocurrido nada mejor, no podía preguntarle "¡Oye, ¿eres tú el hombre que se prostituye? Mi hermana me pasó tu número "  obviamente no le diría eso.

--Oh, ya, sí, nos veremos en el hotel XXXX, a las siete de la tarde se puntual--

--¡Espwra!-- hable antes de que colgara.-- ¿Cómo podre reconocerte? ¿y tú a mí? --

Escuché un suspiro del otro lado y después de nuevo su voz.

--En recepción pide las llaves de la habitación 302, solo eso, adiós --

Y sin más colgó, retiré el teléfono de mi oreja y lo miré por mas de dos minutos. Lo había hecho, ya había quedado. Solté el aire que había estado reteniendo hasta ese momento.

--Lo hice-- murmure.

Mire hacia la puerta del baño, no dejé de mirar mi teléfono.

--Lo hice--

(Salto espacio - temporal)

Pov. Jimin.

Colgué el teléfono mientras soltaba el aire que había estado reteniendo. Miré hacia un lado de mí, donde estaba esa persona que siempre me ayudaba.

--¿Cómo lo hice? Yoongi hyung--

--Muy bien, Jiminnie, lo hiciste muy bien-- Yoongi hyung acarició un poco mi cabello para después levantarse y caminar hacia el escritorio.

--¿Ahora que sigue?-- lo mire mientras seguía sentado en el sofá.

--Lo que sigue ahora es contactar a Seokjin, él nos ayudará --

Yoongi hyung marcó rápidamente una serie de números en el teléfono negro que estaba en el escritorio, lo puso en alta voz, no tardó más de un par de segundos para que tomarán la llamada del otro lado.

--¿Que pasa?--

--Tenemos trabajo, bueno, el pequeño Jimin tiene su primer trabajo--

Sabía que Yoongi a veces era burlón, por eso yo rodé los ojos cuando me miró burlón.

--Vaya, pensé que jamás lo haría --

--Lo decidió apenas unos días, ¿podrías darme toda la información que tengas de su cliente?--

--Claro, dame su número --

--Es 8453... --

Lo dejé de escuchar por unos segundos.

Lo que estaba por hacer era algo que jamás había pensado que haría en mi vida. Técnicamente me vendería para obtener dinero, aunque lo necesitaba, no pensé obtenerlo de esta manera.

Cuando llegué a Seul, Yoongi hyung me abrió las puertas de su casa, llegué sin nada, ¿por qué? Bueno, quería cambiar de vida, quería dejar de depender de mis padres, aun faltaba un par de años para hacerme mayor, por éso no obtendría un trabajo bueno, y mucho menos cuando estaba estudiando.

Una tarde le había pedido ayuda a Yoongi para conseguir un trabajo, se lo pensó por un momento, diciendo que el trabajo que él me recomendaría podría ser algo difícil al principio, y sí que lo era. Pues jamás, pero jamás había tenido mi primera vez, así que está clienta sería la primera.

Un pequeño golpe en el escritorio me hizo parpadear varias veces, la llamada había terminado. Yoongi estaba sentado detrás de ese escritorio lleno de papales y una computadora.

--Jimin, creo que por ésta vez tienes que declinar a la oferta, no te conviene-- sus ojos mostraban seriedad.

--¿Por qué? ¿Que te dijo Seokjin hyung?-- me encaminé hacia el escritorio.

--La chica que te habló se llama Eliza, Jung Eliza, tiene dieciocho años, no estudia, tiene dos padres y una hermana que vive en América y... sufrió una violación hace unos meses, ¿lo entiendes?-- Yoongi dejó de mirar las ojas que le había enviado Seokjin hyung por fax.

--No lo entiendo--

--Que ese tipo de chicas son problemáticas, se supone que deberían estar llorando por ahí en un rincón y traumada de que un hombre siquiera la mire, ella te busca por algo, ella será un problema, declina y olvídate --

Lo mire serio, miré las ojas que tenían la información de la chica. Las sujete con mi mano derecha y leí con cuidado, a un lado de esa información, en la esquina superior derecha estaba la fotografía de esa chica.

Cabello largo hasta un poco mas abajo de sus hombros, castaño rojizo, mejillas abultadas y rosadas. Ojos rasgados y de color miel, pestañas largas y labios pronunciados. Y un lindo y tierno lunar debajo de su ojo izquierdo. Hermosa.

--Lo haré, aceptaré quedar con ella--

Lo miré decidido, Yoongi se dejó caer en la silla y suspiró cansado.

--Jimin, en serio que eres cabezota, ésto saldrá mal para ti--

--Gracias, te lo agradezco hyung, el que te preocupes por mí, pero si no puedo con alguien así, ¿quien dice que podré hacerlo más adelante?--

Yoongi hyung apretó el puente de su nariz y cerró sus ojos. Sabía que lo estaba llevando al límite de su paciencia.

--Bien, pero sólo será está vez, después de ésto ella quedará descartada de tú lista, jamás quedaras de nuevo con ella--

Asentí sonriendo.

--Gracias--

--Niño mimado-- murmuró Yoongi mientras se levantaba de la silla y se encaminaba hacia la salida.

Sonreí por eso. Él me decía mimado, cuando el que me mimaba siempre era él.