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POV

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POV. Eliza.

Termine de abrocharme el último botón de mi vestido y me puse mi suéter color rojo, lo dejé abierto. Me mire al espejo con una sonrisa, estaba bien así. Acaricié con ambas manos mi vientre aún plano, pero sabiendo que mi bebé estaba ahí. 

Salí de mi habitación con mi bolsa en mano, terminando de guardar mi cartera. Baje las escaleras y volteé a ver hacia el comedor, donde mis progenitores estaban bebiendo una tasa de tè, sonreí con tristeza. Ellos me ignoraron por completo, el día de ayer les había dicho sobre mi embarazo, reaccionaron como lo había esperado. Gritos y blasfemias por todas partes, todo eso lo había tenido que aguantar.

Salí de casa sin decir nada, a fin de cuentas ellos no me prestarían atención.

Una vez fuera de casa suspiré y golpeé un poco mis mejillas. Tenía que dejar de pensar en eso, eso solo me haría sentir mal y le haría daño a mi bebé. Una sonrisa apareció en mis labios, mi bebé. 

Ahora solo tendría que pensar en él y nada más, solo mi bebé es más importante en estos momentos. Así que tendría que empezar a cuidarme más, según lo que él había dicho mi hermano, los primeros meses podrían ser difíciles, ella había reaccionado de manera más diferente que nuestros padres, me había dado su apoyo incondicional.

Empecé a caminar por la calle para después detenerme en una esquina, donde el semáforo estaba en rojo. Mire el reloj de mi muñeca, aún tenía un poco de tiempo para la hora acordada. Jimin me había citado en un restaurante a unas cinco cuadras de donde vivía, así que llegaría rápido. Miré hacia arriba, donde el semáforo empezaba a cambiar a verde. Me preparé para cruzar la calle. Baje el escalón de la acera, y di unos cuantos pasos, unas risas me hicieron girar un poco la cabeza, encontrándome con dos niños que venían corriendo tomados de la mano y su madre llamándoles desde atrás, una escena hermosa.

No se cuanto tiempo me quede mirando hacia esa pequeña familia que  o me di cuenta de nada, todo fue tan rápido, parecía que todo estaba en cámara lenta. 

Un claxon sonando tan fuerte que lo sentía aturdir mis oídos, varios gritos de las personas que pasaban por el lugar y un par de luces cegarme los ojos. Todo fue realmente rápido, que no pude actuar a tiempo, solo pensar en dos personas.

"Mi bebé y  Jimin "

Después todo fue oscuridad, no sentía nada, no escuchaba nada. Nada dolía.

☁️☁️☁️

POV. Jimin.

Mire por quinta vez mi teléfono observando la hora, ya pasaban los treinta minutos desde que la había citado. Eliza no llegaba, empezaba a preocuparme, tal vez sus padres no la habían dejado salir y ahora mismo ella estaría discutiendo con ellos, eso podría hacerle daño a nuestro bebé.

Marque a su teléfono por décima vez, pero como en las anteriores veces, me había mandado a buzón.

Me empezaba a impacientar. Apoye mis manos en la mesa donde había estado esperando y me dispuse a levantarme.

—¿Si lo viste?— escuche como un par de señoras hablaba en la mesa de a lado.

—¿El accidente? Claro que lo ví, pobre chica, estaba desmayada en la calle, el conductor se dió a la fuga, varios intentaron detenerlo pero fue en vano, la ambulancia ya se la llevó—

—Que horrible, oraré para que esa chiquilla salga bien—

Mi corazón latió más rápido de lo normal, sin evitarlo me dirigí a la mesa de aquellas señoras.

—Discúlpenme, no pude evitar escuchar lo que decían, ¿podrían decirme donde fue ese accidente?— 

—Claro, fue a cinco cuadras de aquí, un automóvil se pasó el alto y atropelló a una chica, fue horrible el accidente— 

Eso bastó para que yo saliera corriendo del restaurante, bajo las miradas de aquellas mujeres y de los clientes de ese lugar. Salí corriendo rumbo a la asa de Eliza con el corazón latiendo a mil. De ir que estaba sumido en el pánico era poco, mientras corría intentaba llamar a Eliza de nuevo, pero como ya lo había hecho anterior mente, me había mandado a buzón.

Ella tenía que estar en su casa, si, tal vez no la habían dejado salir y ella para no complicar las cosas se había quedado en casa. Claro que si, y por primera vez yo estaba amando a sus padres por retenerla en casa. No importaba, haría lo que fuera que sus padres dijeran, si no nos querían ver de nuevo no importaba, yo me llevaría a Eliza de una vez por todas. Si, sólo eso.

Como un loco toque el timbre de la casa de Eliza, tal vez causando la molestia de sus padres, Pero ahora no me importaba, mis manos estaban temblando al igual que mi corazón por saber de ella.

La puerta fue abierta de golpe, dejándome ver al hombre de la casa.

—¿Que  crees qué haces?—

—Eliza... necesito hablar con ella— hable rápido.

—Vete de aquí, ella no está en casa— el hombre fruncía el entrecejo confundido y a la vez enojado. Un poco  as atrás de él estaba la madre de Eliza.

El teléfono de la casa sonó, la señora contestó.

—No eres bienvenido aquí, así que vete de una vez o sino...— pero su amenaza quedó en el aire cuando escuchamos como la madre de Eliza se derrumbaba entre lágrimas.

—¡Mi hija! —vociferó con lágrimas en los ojos.

Y solo eso me bastó para entender todo, Eliza, mi Eliza era la persona que había sufrido ese terrible accidente.

Mis rodillas fallaron, me dejé caer en la entrada de esa casa. No me importó que nadie me hiciera caso, tampoco la imagen de los padres de ella llorándome a un lado del teléfono, no, nada me importó. Solo mi dolor importaba en ese momento y la necesidad de verla, tenía que verla. Mi Eliza.

Butterfly [Park Jimin] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora