Butterfly [Park Jimin] +18

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Había salido con precaución y sin hacer ruido, cuidando de no encajarme las ramitas secas que estaban enredadas en la pared y la ventana de mi habitación. 

Una vez en el piso mire hacia arriba, encontrando sólo la oscuridad en las ventanas de mi casa. Limpie mis manos en mi ropa y me di la vuelta, corrí por el jardín y salté como pude la pequeña muralla. Corrí por la calle hasta tomar el autobús. Sentía como la adrenalina corría por mis venas, podía sentir el miedo, pero el saber que ésto me hacía sentir más viva me hacía seguir adelante. Porque en verdad así me sentía, podía sentirme como una adolescente de nuevo.

☁☁☁☁

Había hecho el mismo recorrido de siempre, pedí la llave en la recepción y me dirigí a la habitación 302, la misma de siempre.

Cuando llegué a la habitación, abrí con cuidado, dándome cuenta que ahí estaba ya el chico esperándome. Sonreí un poco.

- Hola, perdón por el retraso -

- No te preocupes, está bien, ¿tuviste problemas con tus padres? - se levantó de la silla, aún y con su antifaz, podía ver sus brillantes ojos oscuros.

- No, ninguno - pasé mi lengua por mis labios algo merviosa. Aun estaba parada en la entrada.

- ¿Pasa algo? - tomó mi mano y me dirigió a la cama, haciendo que me sentara.

Lo había citado de un momento a otro, tal vez había apresurado su "trabajo" y yo me sentía nerviosa por eso pero también porque toda la adrenalina que había sentido cuando salí de casa, se estaba yendo.

- Verás, la verdad no sé que es lo que piensan mis padres ahora. - sonreí un poco, mirándolo. - Les mentí -

- ¿Les mentiste? - me miró confundido.

- Yo no les dije nada de que saldría... yo solo salí de casa - suspire.

Se levantó de la cama, donde había tomado un lugar a lado de mí. Caminó hacia la puerta y se detuvo, después subió su mano hacía el antifaz, tapándose sus ojos. No pude evitar no ponerme nerviosa, escuché su respirar algo pesada, como si estuviese controlandose.

- ¿Sabes que lo que hiciste fue peligroso? - habló por fin, volteando a mirarme. Sus ojos me acusaban. - Te pudo pasar algo, ¿que tal sí algo te pasaba en la calle? Estabas sola, fue un error. - habló molesto. - Fue un error decirte que sí -

Apreté mis manos entre la tela de mi bñusa, asustada, porque si él me decía que me fuera tendría que hacerlo, y era noche, estaba todo oscuro. Apenas y caía en cuenta en eso.

- Lo siento - susurre.

- Sí, deberías sentirlo, porque un peligroso acto como este podría causar que... - se detuvo.

Lo sabía, sabía lo que quería decir.

- Dilo, no hay problema, ¿podría causar que algún hombre me viole? -