★ Nueve

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Ese día Sasuke iba llegando de una agitada y muy meticulosa misión que duró casi dos meses y lo único que quería era ver a su Naruto y descansar.

Ya se había reportado con Kakashi e iba hacia su casa —la cual compartía con su novio— caminando, incluso pasó por la tienda de ramen favorita del rubio para llevarle un poco; al llegar, no se anunció, solo abrió la puerta y se empezó a quitar los zapatos.

—Bienvenido a casa, Sasuke —escuchó decir a su amado ojizafiro con una suave y dulce voz que hizo su corazón latir rápidamente.

Estoy en casa, Naruto —le contestó sin levantar el rostro e intentando mostrarse sereno ante los encantos de su novio.

Y casi se le cae la saliva de la boca cuando miró a su novio: traía puesto un delantal de cocina —a pesar de que ni cocinar sabía— sin absolutamente nada debajo, ni siquiera sus boxers, y estaba descalzo.

¿Quieres cenar primero? ¿tomar un baño? —preguntó el Uzumaki—. ¿O a mí, ttebayo? —murmuró coqueto y poniendo su dedo índice sobre su labio inferior.

Naruto —le nombró queriendo sonar severo.

—Solo bromeo —rió el ojizafiro.

El azabache hizo una sonrisa de lado, y dejando la bolsa con el ramen en el suelo, tomó por los hombros al moreno para luego bajar una de sus manos hasta las nalgas de este.

—¿Sabes? Sí tengo un poco de hambre —expresó casi susurrante y apretujando con su mano una de las nalgas del rubio, lo que sonrojó totalmente a este—. Y he decidido comerte a ti.

—¡E-E-Espera! —chilló apenado y tratando de alejarse—. ¡P-Primero comamos, ttebayo!

—No voy a esperar.

Y antes de que el rubio pudiese decir algo más, el Uchiha le besó apasionadamente y le cargó como princesa mientras ambos se encaminaban hacia la habitación que compartían.

Sasuke pudo admirar cada centímetro de la erótica imagen de Naruto usando solo un delantal cuando lo recostó en la cama; el rubio avergonzado aunque con una sonrisa en el rostro, jaló al ojicarbón hacia si mismo y enroscó sus piernas en la cadera de este.

El azabache se deleitó quitando esa única pieza de tela que traía el cuerpo ajeno y pudo saborearle completamente con sus labios y su lengua.

Durante el resto de la tarde, ambos shinobi estuvieron teniendo un apasionado y excitante encuentro que conmemoró el regreso del Uchiha de tan larga misión; y estuvieron tan inmersos en ellos mismos, que ese mismo día no tuvieron más opción que comer ramen frío.

Pero bueno, había valido la pena.

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Ay, dejé de actualizar bastante tiempo </3

Espero les haya gustado

Bye!

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