Si le preguntaras a Naruto cómo han sido los besos que ha dado en su vida, la respuesta sería: raros e inesperados.
Y todos han sido así, porque desde el primero que dio, que fue con Sasuke, hasta el último que recibió en la guerra —técnicamente—, que fue con Sakura, nunca los esperaba y eran raros.
La verdad es que los besos para él no eran muy importantes, por eso podía estar tranquilo queriendo pensar que esos ósculos no valían, pues aún no encontraba a su persona destinada y solo con ella los besos iban a ser verdaderos.
Suspirando, Naruto terminó de poner el muérdago en la entrada de la puerta y decidió no pensar en aquello; al final, solo meditaba el tema porque ayudaba a Ino a decorar la fiesta de navidad que tendrían con sus amigos.
—Naruto, ya puedes irte —avisó la rubia; el aludido bajó de la escalera y la miró—. Por favor ve a bañarte y nos vemos aquí en una hora.
—¿No necesitas más ayuda, ttebayo? —preguntó el ojizafiro.
Ino negó e insistió que podía irse, así que el héroe de Konoha se dirigió a su hogar; cansado, tomó un baño y se vistió como siempre, pues al fin y al cabo, era su ropa cómoda, y luego, después de revisar la hora, tomó el regalo que le había correspondido comprar para Shikamaru y regresó a la fiesta.
En el camino hacia allá, se encontró con Sasuke, el cual caminaba serenamente mientras recibía miradas molestas y temerosas de los aldeanos; pero cuando Naruto se le colgó del cuello, esas miradas dejaron de ser frías y se volvieron amables repentinamente.
—¡Sasuke! —chilló el rubio abrazándolo por los hombros—. ¿Cómo estás, ttebayo?
—Hola, Naruto —lo saludó en un murmullo.
—Oye, Teme, ¿para quién es ese regalo? —inquirió curioso, y quizás inflando las mejillas infantilmente.
—Sakura —respondió secamente; por alguna razón le había tocado esa chica, y aunque trató de cambiarla varias veces, siempre la sacaba a ella y tuvo que resignarse.
—A Sakura-chan le gustará que le des un regalo —sonrió.
Después de eso, ambos caminaron en silencio hasta el lugar donde sería la fiesta, no era incómodo sino tranquilo, como si no necesitaran platicar más por el momento; al llegar, Sasuke fue el que abrió la puerta y como esta era lo suficientemente ancha, ambos entraron a la misma vez.
Las miradas de todos se fijaron en ellos de inmediato y Naruto se preguntó porqué los veían así, al menos hasta que recordó que él mismo había puesto el muérdago ahí y lo había olvidado; de golpe, se sonrojó y sudó nervioso, esperando que el azabache no mirase hacia arriba, pero era demasiado tarde.
—Muérdago, ¿eh? —mencionó el Uchiha mirando el objeto.
—N-No tenemos que hacer nada, e-es decir, e-eso se hace entre quienes se g-gustan, ttebayo —empezó a excusar el moreno—. A-Además no sería bueno besarnos... otra vez...
Sonriendo de lado, y de manera casi maliciosa, Sasuke se giró a ver a Naruto y le estampó un beso en los labios.
Aquello hizo que el corazón del rubio casi explotara de la emoción y que Sakura se enojara con el ojizafiro.
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Espero les haya gustado <3
Bye!
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Just 50 Drabbles SasuNaruSasu |Actualizaciones Lentas|
FanficColección de pequeñas historias basadas en imágenes de esta hermosa pareja. Los personajes no me pertenecen; son propiedad de su creador Masashi Kishimoto. Las imágenes tampoco me pertenecen; créditos a sus respectivos autores. Homosexual/Gay. Boy L...