-No existe vereda en la vida que no posea misterio, a cada camino habrá una verdad y una perspectiva propia.-
Una vez libre el ave, zarpa en vuelo rumbo a la inmensidad, abandonando atrás la miseria y lo confuso, dirigiéndose al encuentro con nuevos y seguros amaneceres, manteniendo en su memoria para siempre, muy dentro de su corazón y en especial, a los que una vez fueron su protección y brindaron su hospitalidad cual hogar en medio de tormenta. Internándose mar adentro, buscando su destino, despuntando el cielo con la libertad de sus alas, ligeras, perfectas, perpetuas... a una nueva aventura para continuar su reafirmación, por eternidades continúa su rumbo, hasta divisar nuevas tierras, su cuerpo cansado recobra esperanzas y fuerzas renovadas que le impulsan... ahora plena en cada uno de sus momentos.
En lo alto, su ojo agudo y su corazón sin límites enfoca a los lejanos caminos, arriba, ella solamente escucha el palpitar de su existencia, tan fuertemente que ni el viento lo supera; el frío de la realidad le recorre entera, no se amedrenta y observa como abajo, sorprendentes como el universo, se revelan ante ella encrucijadas, como abrazos intrínsecos, millones de rutas , caminos inexplorados, en tan extensas maneras, inexplicables y que de cerca no poséen patrón alguno, develando los laberintos a la verdad.
Sedienta su mirada, devora todo lo que ve y van tornando sus ojos de azul mágico, Dana observa los ríos de aquel color profundo, millones de ellos se desatan alla abajo, todos corriente adelante, imparables van guardando como secreto el equilibrio; desembocan todos al centro, donde sus aguas cambian y se tornan de profundo escarlata, son un misterio de la creación, perfecto como maquinaria suiza, no detiene sus agujas ni da tregua a tropiezos, implacable y sin pies, sigue su paso, agitando su entorno, devuelve el favor a los caudales que le alimentan, todo se expande y se contrae como el universo, inunda su magia, transformándolos, redes de mallas vivas, millones de arterias, entrelazadas, recorriendo los montes, los bosques, los zurcos, trayéndoles a la vida. ¡Un suspiro! y ella vive y siente bajo su piel profunda!
Se encuentra atónita, despliega y bate sus alas una y otra vez, perpleja ante la maravilla de lo que sus ojos ven. Un enlace magnífico le advierte a su conciencia que se trata de ella. Los engranes del reloj corresponden a su desarrollo, a su propio ritmo, a su armonía y la música de la vida le pertenece a ella, todo ahora recobra sentido, esos caminos que parecen de otro mundo, no pueden ser recorridos sino por ella misma. Son su paso, su tiempo, su vida, su ímpetu... suena el mundo dentro de Dana, un coro de la vida le endulza la existencia.
Un horizonte, claro y cristalino, como gotas limpias de rocío, le cubren y estremecen. Siempre ha estado allí, dentro de aquel mundo esplendoroso, reconociendo al tic tac y sus caudales vivos, atravesando un largo camino, sin preocuparse de las estrechas veredas. El valle fértil abre camino a su vuelo a un mundo infinito; al paso, una guitarra encuentra y sus cuerdas traducen las voces de aquel mundo, pertenecientes a los bosques vivos que gritan incesantes sus sonidos, siempre queriendo acallarlas, el mundo no lo ha logrado.Con su identidad decidieron aislarse para sobrevivir, su fuerza encerrada en ideas milenarias, va y viene, atraviesan su mundo, cómplices de la resistencia, provocando todo el ruido proveniente de trillones de billones de conexiones electroquímicas que iluminan electrizante a la espesura de las nubes, infinitas libres revoloteando por el espacio, el brillo de sus relámpagos todo lo ilumina y por más que la noche insista, éstos le encienden nuevamente e inundan la ausencia del todo y lo convierten en real, lo sellan para siempre... irrepetibles, se enlazan, muy arriba, y explotan, con curiosidad infinita -todo sucumbe ante ellas-.
Su mundo se mueve a ritmo constante, alucinantes bóvedas guardan a la vida dentro de ellas, salvajes poséen pasajes de silencios, añiles cielos cuidan secretos eternos y sólamente hay una llave que abrirá ha los tesoros protegidos; esta entrada no la tiene cualquiera, ni las llaves de su fortuna las tiene aquel armado caballero que bajo su coraza destila amargura, ni el acaudalado que puede comprar la tristeza de un pueblo, pero no ha podido lidiar con la suya; no hay lugar ni manera de forjar una llave, no existe tal cosa.
Solamente quien posea la entereza de ser rico sin poséer céntimo alguno, y motivado por el amor y no obligado por las circunstancias, pueda abrir su corazón a pesar de sentir dolor, y sus ojos sean capaces de contemplar silenciosamente la belleza en medio del caos, conteniendo un amor fiel y exacto de esa paz interna, despojada de miedo a las críticas y armada de valor y voluntad, reconociendo ante si los misterios de aquella dimensión, será el portador de tal gracia para contemplar esta maravilla.
Muy al norte, en las altas montañas, gigantescas nubes caprichosas esconden al valle de inusitada fortuna. El ave desciende, sus alas se resisten a llegar y tocar tierra, pero el destino la atrae como imán a su contrapolo, toca el suelo, algo cambia, se revoluciona el universo, las constelaciones son cada uno de sus pensaminetos.
Suaves y dulces notas armoniosas le abrazan con vida nueva, toca tierra en la plenitud de su autoconciencia.
Encuentra un reflejo fiel en cada una de sus criaturas, viven dentro, en las profundidades del valle de promesas que justo ahora se convierten en realidades. Éstas le reciben, le tocan por vez primera, se fusionan, le entregan de vuelta su alma; surgen emociones, sus lágrimas rompen el cénit del control, las fronteras desaparecen, y por fin, el ave no vuela a su suerte, esta vez, se posa en resguardo, encuentra su nido, se libra del tiempo y sus inclemencias, se halla a sí, como un hogar y alimento infinito, en la profundidad de aquel lugar decide: reinicia y grita a los cuatro vientos:
¡LIBERTAD!
-Dana- es ella, ¡la llave! la idea, la materia, la lluvia y la vida, el sol y la alegría, el pasado, el presente, que se liberaron, y sus alas sirvieron de velas, e izadas en lo alto, las ilusiones fueron su timón, y la cárcel y el sometimiento, y el destierro de voluntad, no fueron suficientes para apagar su voz, nadie podrá jamás detener su marcha, y ni la soledad o el despojo podrían arrebatarle de nuevo sus estrellas, o la inmensidad de sus sentimientos, y de sus problemas halló cura, encontró la fortaleza y desprendió de ella su reencuentro con su poder, el de seguir la marcha, el de continuar su propia melodía, el de renacer ante la condena, y sobrevivir, tan solo por el gusto de estallar, como el amanecer irrumpiendo en medio de la oscuridad, una sin la otra no conocen oportunidad de sentido.
SU HOGAR AHORA ESTÁ EN SU INTERIOR, CAMINA SEGURA Y SIN LAS SOMBRAS DE SUS MIEDOS HACIAL EL FUTURO, DANA, DEVUELTA DE LA NADA, AHORA TE REINVENTAS, EXPLOSIÓN DE UN TODO, UN FUERTE PARA LOS VIENTOS REBELDES QUE LUCHARÁN POR SEGUIR LIBRES HASTA EL FINAL DE LA ETERNIDAD Y EL AMOR.
FIN.
Dulce susurro en medio del dolor, confrontaste al mundo sin temor, como canto de madre al oído de su crío, en medio del estruendo de las bombas amargas de la guerra sin sentido, corazón suave, revestido de pureza, se vuelve fuerte y sobrevive, ¡conquista! -HASTA LA ETERNIDAD-.
A Janeth, con amor.
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DANA Y EL DESTIERRO DE SU YO
Random"Su rareza se convirtió en un desafío que la llevaría a romper sus propios límites". -OBRA TERMINADA-