3: Presentaciones
Estaba acostumbrada a levantarme muy tarde así que hoy no me costo mucho esfuerzo. Le dije a Jim que iba a ir media hora antes para enterarme de cómo funcionaban las cosas allí. Así que a las siete y media ya estaba llamándome desde la puerta. Bajé tan deprisa que por poco me caigo.
Había elegido la ropa con mucho esmero, quería causar una buena impresión. Me había maquillado, vestido y peinado, y tenía un buen aspecto. Estaba satisfecha.
Jim me estaba esperando en el umbral de la puerta, le dí un beso en la mejilla, me subí al coche y nos pusimos en marcha. Intenté memorizar el camino sin mucho éxito, estaba sorprendentemente nerviosa.
-¿Qué bachiller cursas?- me preguntó al notar que estaba perdida en mis pensamientos.
-Ciencias, ¿tú?
-Yo voy por letras. ¿Ciencias? ¿Qué carrera vas a estudiar?
-Medicina- dije en un susurro. Me miró extrañado, como si creyera que no había escuchado bien, supongo que ser médico no pegaba conmigo.
Cuando empecé el bachiller no sabía que estudiaría, así que elegí un bachiller de ciencias, ya que podía estudiar prácticamente todas las carreras con él. La carrera la había decidido tras la muerte de mis padres.
-¿Por alguna razón en especial?- me preguntó con una mirada de curiosidad.
-Simplemente no me gusta que la gente muera- le sonreí, no quería parecer brusca.
-Buena razón. Yo quiero escribir, voy a estudiar periodismo. Pero creí que tú te ibas a dedicar a la pintura, la última vez que te vi no parabas de dibujar.
-Sí, desde pequeña quería dedicarme al mundo del arte, pero prefiero tenerlo como un hobby, cuando conviertes algo en trabajo la magia desaparece.
Llegamos al instituto en menos de diez minutos. Aparcamos y nos dirigimos hacia la entrada principal. Mi nuevo instituto estaba compuesto por varios edificios de piedra con detalles en blanco. Una cúpula hacía de tejado del edificio principal. Era enorme y precioso, como el resto del pueblo. Me sorprendió la cantidad de verde que había. Los edificios estaban todos juntos, rodeados por caminos por los que se podía pasear tranquilamente. A la izquierda estaba el campo de béisbol, en mi país no se jugaba pero yo había aprendido de pequeña y me encantaba.
-Te acompaño a la secretaría, si no conoces este sitio puede llegar a ser un laberinto.
Estuvo conmigo todo el rato hasta que faltaron cinco minutos para que empezaran las clases y le dije que ya me las arreglaría sola. Dudó, pero al final aceptó.
La secretaria era un desastre, llevaba un cuarto de hora buscando mi expediente, hasta que porfin la encontró entre el desorden de una estantería. Me explicó que hacía una semana todos los alumnos habían tenido una reunión para recoger los libros y confirmar su asistencia, así que yo tendría que hacerlo hoy. Esto quería decir que todo el mundo se conocía ya. Me indicó donde estaba mi taquilla y me dijo que todos mis libros estaban dentro.
Llegué cinco minutos tarde a la primera clase. Toqué la puerta y entré.
-Buenos días, siento llegar tarde, estaba en la secretaría poniendo en orden unos papeles- le expliqué al profesor. Me sentí observada e hice lo peor que podría haber hecho, mirar hacia donde estaban todos los alumnos. Vi a veinticinco pares de ojos clavados en mí. Estuve a punto de desfallecer, me fallaban las piernas de lo nerviosa que estaba.
-¿Eres Rosse Ane Genova Sheffer?
-Roxanne, todo el mundo me llama Roxanne.
- Muy bien Roxanne, soy el profesor Albert Rice. Los asientos que tomemos ahora serán para el resto del curso así que…- recorrió la clase con la vista buscando un asiento libre.- como veo que solo queda un asiento al final y vamos bastante adelantados para nuestro curso, ¿quién va a ser el afortunado de ayudar a nuestra querida Roxanne en la asignatura?- preguntó a los alumnos.
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Roxanne
RomanceNuestra protagonista se llama Roxanne, una adolescente que tras la muerte de sus padre se ve obligada a ir a vivir con la única familia que le queda, con su encantadora abuela, sus tíos y sus primos. Viaja desde España a Concord, Massachussets en EE...