Otoño

12 4 0
                                        

El amanecer se coló entre las hojas de los manzanos, sus frutas, rojas, brillaban al sol como brillan las bolas de un árbol de Navidad, el otoño, con sus tonos marrones, no fue este año tan triste como el anterior.
Desde la habitación veía el jardín y el humo del café se mezclaba con las nubes de fuera. Se respiraba paz ahí dentro, podía oler la hierba y sentir las hojas crujir bajo mis pies, podía saborear los frutos de los árboles sin salir de casa. Cerré los ojos e inhalé fuerte, haciendo llegar los aromas hasta lo más profundo de mi cuerpo. Sí, definitivamente este otoño estaba siendo mucho mejor, ahora podía ver el mundo a través de una ventana y oír cantar a los pájaros antes de quedarme dormida, dormía mucho y su gorgojeo calmaba mis sueños.
El otoño pasado solo vi la pared blanca del hospital, ahora podía ver algo de naturaleza para que así, tumbaba en la cama, sin poder moverme, mi mente me permitiese imaginarme corriendo fuera, entre las ojas, o tumbada en la hierba, como antes del accidente.

EFÍMERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora