En todo el sitio se pueden apreciar unas hermosas flores de diversos colores y formas, un clima nublado y frío, lo que más resaltaba de ese hermoso lugar eran sus lagos y ríos, estában por todos lados.
Sus aguas eran azules algunas con tonos verdes, pero siempre cada una de ellas adornadas con hermosas flores. En diferentes tonos de rosa, se apreciaban los cientos de rosales.
Sharlotte es una niña soñadora, alegre y con belleza inigualable, pero como todos esa Dulce niña, tenía sus defectos, el que más resaltaba en ella, más bien el único que se podía apreciar era que hablaba y hablaba y no sé callaba.
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En lo alto de la colina se alsaba majestuosamente un enorme castillo, donde ella iba a fantasear, sin darse cuenta de las enormes letras que decían: hotel Génesis, simplemente se limitaba a soñar en como sería el baile donde conocería a su Príncipe soñado, de pelo negro como la noche, labios rojos como rosas, como sería su vestido, en su tiara de oro puro y....
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un auto que ella conocía muy bien, donde ella se sentaba en los asientos traseros, su madre de copiloto, y su padre al volante, pero ahora no eran tres quienes estaban abordo, solo dos, no era su madre quien estaba en el asiento tomando la mano de su padre, era otra chica.
