capitulo 11

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Le enfrentó y soltó un suspiro al ver que era David, su nuevo amigo.

- Tranquila, soy yo, ¿te acompaño? vivo cerca de tu casa, Ya sabes.

Ella asintió tenía ganas de cualquier cosa menos de ver a Ethan.

David le abrió la puerta para que entrara, ella se sonrojó, no recordaba la última vez que un chico tuvo ese gesto con ella.

El camino se lo pasaron muy entretenidos, Davis siempre lograba sacarle una sonrisa.

- Bueno señorita, Hemos llegado a su hogar, ¿nos vemos mañana? - ella asintió, él hizo una reverencia un tanto graciosa, ella sonrió y le dio un beso en la mejilla, a modo de despedida, El  espero que ella entrara para irse.

Al entrar, Ethan estaba en el sofá, agarrando su cabeza entre sus manos, ella no le prestó atención y fue a las escaleras, a paso apresurado, pero Ethan ya estaba esperandola en el segundo piso,  Charlotte abrió los ojos como platos, ¿Cómo mierdas hizo eso?  pensó.

- ¿Dónde estabas? - ella lo ignoró y siguió su camino. - ¡¡¡¡Cuando yo te hablo Me escuchas!!!! ¡¡¿entendiste?!!

Charlotte sintió un nudo en su garganta, y sus ojos se aguaron gracias a las lágrimas que se acumularon en ellos.

- Vale, vale, Perdón. Pero me preocupe mucho, cuando salí del instituto y no te encontré, volví y te busqué  aula por aula y no te encontré, luego vine aquí y tampoco estabas.

Charlotte se sorprendió al ver como su pelo se tornaba canoso, Ethan estaba envejeciendo frente a ella. El observó el cambio de ánimo de ella un poco confundido, fue a un espejo y tenía todo su pelo blanco con tonos  un poco grisáceo. Cuando se dio la vuelta Sharlotte estaba frente a él, con su teléfono en mano,

-¿te sientes bien?

- Si.

- No es normal que tu pelo se ponga de color blanco en menos de 15  segundos.

- Es algo hereditario. - En eso no mentía, Hades al cerrarlo declaro, que todos sus descendientes, tendrían los mismos poderes, y con eso, los mismos problemas, y asi seguiría  de generación en generación.

- ¿ Y se quedará así? - Sharlotte no se lo creía del todo.

- Pronto todo estará arreglado, pero ahora quiero saber si me perdonas por hablarte así - se fue acercando lentamente esperando alguna respuesta, Sharlotte asintió con una sonrisa, aprovecho ese momento para sacar el anillo, Ethan, se quedó mirándolo no sabía porque Sharlotte le avía regalado, eso, aún no era su cumpleaños, pero le gusto, y le gusto mucho, se lo puso, y aunque le quedó un poco grande, se lo dejo puesto, el  se acercó aún más y la abrazo, ella estaba en shock, él nunca le había dado una muestra así de cariño, ella enredo sus brazos en el cuello de el y correspondió a su abrazo una vez pudo reaccionar, La sonrisa que tenía se esfumo cuando vio, el chupetón que esa perra le hizo en el cuello, se separó de él con lentitud y lo llevó hasta el espejo, ella le  señaló esa marca morada, casi negra,  ella sonrío con una sonrisa tan falsa que asustaba, toda preocupación que ella había sentido, por ver como su pelo cambiaba de color había desaparecido al ver ese chupetón.

Ethan no sabía que había pasado, porque la humana se había enojado, al ver la marca de sangre acumulada que Raysel le hizo en el cuello, tenía años en la tierra y aún no sabía comprender a algunos habitantes de ella. Buscó alguna explicación en la web, y luego de unos minutos, comprendió que los chupetones son algo desagradable a la vista, y qué Es relacionado la mayoría de veces con el acto sexual.

perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora