Fue corriendo colina abajo torpemente, tropezando, casi cayendo para llegar a su casa, abrió la puerta y fue a la cocina, una vez vio a su madre exclamó:
- mamá, mamá, San y yo hemos o ido a visitar a Lucía en su hogar, para ver el vestido que usará en el baile de graduación y, ¡por dios! que es hermoso!!! yo quiero uno asi mismo, con flores rosadas y para acompañarlo una hermosa tiara con rositas y.....
su madre no la dejó terminar cuando le entró un pedazo de manzana en la boca, la niña ni siquiera había respirado mientras el Torbellino de palabras escapaban sin control de sus hermosos labios rojos.
-vale vale que un día de estos te vas a ahogar con tus palabras.
-sí que está delicioso!!,
¿Verdad tú eres la mejor cocinera del mundo?- exclamó
- pero si sólo he cortado la manzana- dijo su madre conteniendo la risa.
- pero lo has hecho tú y eso lo hace todavía más sabroso.
- ¿Verdad que yo tengo la mejor hija del mundo?- dijo dándole muchos besitos por todos el rostros a su hija, ha lo qué ella reía sin parar.
- Pero ya que tu padre llega cansado del trabajo.
-si, me lo imagino de tanto bailar seguro le duelen los pies.
Su madre frunció el ceño.
-¿Bailar?
-Claro mami, bailar en el baile.
¿Cierto que tú no fuiste porque tenías que hacer la cena y por eso papi llevó a otra princesa al castillo?
Su madre se tenso al escuchar esas palabras sabía muy bien que a ese Castillo no se iba a bailar.
